FINAL CAMINO PRIMITIVO SANTIAGO 2022
Ayer, 28 de mayo, hemos completado el Camino Primitivo que comenzábamos allá por el mes de Febrero de 2020, y que tuvimos que suspender debido a la pandemia, y que el 05 de marzo de este año, continuamos.
Ayer, 59 caminantes de ADAYEUS, hemos realizado el último tramo de este camino, desde Monte do Gozo a Santiago.
El día amaneció espléndido, tal y como habían anunciado las previsiones, y así continuó durante toda la jornada. La llegada a Santiago tuvo lugar con tiempo suficiente para asistir a la misa del Peregrino, no sin antes dar un paseo por los alrededores de la Catedral, cuyo interior, como no podía ser de otra manera se encontraba “abarrotado”.
Durante la misa, Luisa Valeiro, junto con Mirtha Puga, que sustituyó en el día de ayer a Adela Gajino, que por motivos de salud, no pudo realizar la etapa, se dirigieron a la Oficina del Peregrino, al objeto de entregar las cartillas del camino y recoger las compostelas correspondientes, y por consiguiente no pudieron asistir al Oficio.
¡¡Desde esta crónica le deseamos a Adela, una pronta recuperación!!.
Una vez finalizada la misa todavía tuvimos tiempo libre para tomar un aperitivo por Santiago y a la hora convenida estábamos todos, en la dársena de autobuses de Juan XXIII, para dirigirnos al Restaurante San Lorenzo, en Aldea Ponte Nova, en Ames, limítrofe con Negreira, para degustar una comida, que este día fue especial, y que consistió en, langostinos, almejas y un surtido de carnes asadas, postre y café que todos disfrutamos con alegría.
A los postres un grupo de compañeras le hicieron entrega a las vocales del camino, Luisa Valeiro y Adela Gajino (en la distancia), de unos obsequios, que recibieron encantadas y emocionadas, así como también a Roberto Fernández, tesorero técnico de la Asociación, que nos ayuda inmensamente, con la planificación de los recorridos de las etapas, y otras cuestiones económicas.
En esta jornada no hicimos ninguna visita cultural, al objeto de poder disfrutar de la última comida de este “Camino”, sin prisas.
Desde ADAYEUS, esperamos y confiamos haber estado a la altura de vuestras expectativas, deseamos también que los compañeros “nuevos”, y los “veteranos” se lo hayan pasado bien, y que todos hayáis quedado con ganas de volver. .
¡¡QUE PASEIS BUEN VERANO!! Y nos vemos en el próximo camino.
Marisa Mauriz
Presidenta Adayeus
FOTOS: https://photos.app.goo.gl/bp4kcwRBnUWuwAEp7
CAMINO PRIMITIVO SANTIAGO 2022
Hoy 5 de marzo hemos comenzado, mejor dicho, hemos continuado con la tercera etapa del camino primitivo que comenzamos en febrero de 2020, antes de la Pandemia.
Un total de 50 socias y socios de Adayeus partimos a las 8,00 de la mañana, en autobús, hacia Cádavo, lugar de comienzo de esta tercera etapa. El tiempo nos acompañó durante casi toda la jornada. Después de caminar durante 8,6 kilómetros, tuvimos una parada intermedia en Castroverde, para continuar durante otros 6,4 kilómetros aproximadamente, hasta llegar a Vilar de Cas, final de esta etapa, sobre las 14,30 de la tarde.
La comida tuvo lugar en el restaurante Pereira en Castroverde, y tuvimos la sorpresa de encontrarnos, comiendo en ese mismo lugar, con una familia de refugiados ucraniana que acababa de ser recogida por dos vecinos de la localidad, en la frontera de Polonia con Ucrania, con motivo del comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Después de comer nos dirigimos a conocer la iglesia de Vilabade, dedicada a Santa Maria, que data del siglo XV, conocida en la zona como LA CATEDRAL DE CASTROVERDE, y constituye un valioso ejemplo de estilo gótico en Galicia, con elementos en fachada del barroco y neoclásico y una sola nave abovedada, destacando en el interior la imaginería y altar del siglo XVI, así como frescos difíciles de identificar muy deteriorados e incompletos, ya que carecen de elementos que se han perdido debido a la humedad. Fue declarada monumento histórico-artístico de carácter nacional, el 16 de noviembre de 1979, y en la actualidad cuenta con el estatus de Bien de Interés Cultural. A su lado se encuentra el Pazo de Vilabade, edificio del siglo XIV, reedificado en 1760 por los descendientes de la familia Osorio.
Entre los dos edificios, forman un atractivo conjunto monumental, único en Galicia. Se mantiene la tradición que describe que fue creado por San Francisco de Asís, concretamente en el año 1214, cuando volvía a Oviedo tras recorrer el camino primitivo a la tumba del apóstol, seguido de varios discípulos, entre ellos Fray Bernardo de Quintavalle.
Ya a las 18,30 tomamos camino de vuelta a casa, habiendo pasado un precioso día.
Marisa Mauriz
https://photos.app.goo.gl/6bU6aTy8sAiMneat5
Epílogo del Camino de Santiago ( Santiago – Muxía)
Etapa 9ª LIRES – MUXIA 15,50 Km
11 – 05– 2019
Etapa tras etapa hemos llegado a la novena, 11 de mayo; sabemos que hoy acabamos el Camino Fisterra – Muxia y en nuestro interior se mezcla la alegría de lograr nuestro objetivo con la tristeza de que se acabe, ¡un sí pero no!
Con eso y con todo en el trayecto de ida en el autobús íbamos todos contentos, el día prometía, el cielo de un azul intenso, la temperatura muy buena con un ligero y fresco viento que evitó que pasásemos calor.
Llegamos a Lires, aprovechamos para la parada técnica los dos bares que allí hay. Saludamos a nuestros anfitriones de la semana pasada y nos pusimos en marcha.
Últimos avisos “cuidado con el primer cruce, de frente es para Muxia a la izquierda para Fisterra” “Id con precaución hasta o Facho de Lourido es todo subida”
Con cuidado al subir, pero “más cuidado al bajar” bajada corta, pero muy pendiente.
Dejamos Lires y bajamos al río Castro. Hasta comienzos de otoño de 2010 los peregrinos debían salvarlo por unos trancos de piedra, pero construyeron un puente poco agraciado que salva este punto conflictivo. Manuel Vilar Álvarez en su Viaje al fin de la Tierra recuerda que «la toponimia en esta zona hace clara referencia en el pasado al cruce del río en barca: Agra das Barcas y Agra de Tras das Barcas Vellas» nosotros lo cruzamos por el puente y desde él pudimos ver los pasos de piedra por donde hasta hace poco cruzaban los peregrinos.
Al otro lado del puente ya estábamos en el concello de Muxia y pasamos por Vaoseilveiro, Frixe y seguimos por una pista entre pinos hasta cruzar una carretera. continuamos subiendo a la izquierda se veía un valle y montañas al fondo, caballos y potrillos pastaban tranquilamente en un prado y un poco más lejos hacían lo mismo un grupo de vacas, .una pequeña zona de descanso con un antiguo crucero nos invitaba a parar y descansar, cruceros de piedra todavía en uso.
Nos acercábamos a la parroquia de Morquintián donde esperaba el bus a los que no iban a hacer la segunda parte del camino, un poco desviado del camino, nos acercamos la iglesia de Santa María. Es un templo románico, que consta de una sola nave y de ábside rectangular, que presenta en la parte externa de la nave principal una interesante colección de canzorros, donde se representan tanto figuras de animales como personas en actitudes burlescas.
La entrada principal consta de una sencilla puerta con un arco rebajado, apoyado en dos columnas adosadas que acaban en sendos capiteles; más arriba vemos una ventana circular, que corresponde a los restos de un antiguo rosetón y sobre la cima del techo se asienta una antefija. El campanario, también de gran interés arquitectónico, está en la parte lateral norte, adosada a la sacristía.
Me dio algo de pena verla, es una preciosa joya olvidada en medio de la nada, como si no interesase a nadie y desvaneciéndose poco a poco. La vi hace cuarenta años y ya no estaba muy bien, pero ahora…la casa rectoral ya está en ruina total.
Dejamos Morquintián y seguimos hacía la parte más alta, en lo alto de los montes podíamos ver los molinos eólicos en la cima de los montes. Vamos hacia el ´Facho de Lourido, la cota más alta de la etapa. Facho en gallego viene a significar hoguera y el lugar o atalaya donde se enciende para avisar de un peligro. A `pocos metros de la cima, cuando la subida cada vez requiere más esfuerzo nos desviamos a la izquierda y descendemos hasta la siguiente aldea: Xurarantes y por una pista vecinal pasamos junto a la fuente de Bico y sin hacer caso a unas señales que nos llevarían hasta la playa de Lourido pero que luego tendríamos que volver a subir, seguimos la carretera bordeando la playa por encima.
La bajada había terminado por pistas de tierra y piedras, entre pinares, la sombra de los árboles, el sol sobre nosotros y la ligera brisa marina refrescándonos. No nos pareció tanta pendiente como nos habiamos creido.
El último tramo nos llevó por la carretera, lo peor de la etapa, nos compensaba la playa de Lourido a nuestra izquierda invitándonos a un baño. No lo hicimos aunque daban ganas.
Las flechas nos llevaron hasta el albergue público a donde nos acercamos para poner el ultimo sello del Camino Fisterra-Muxia, Nos tenían preparadas las Muxianas que recogimos agradeciéndoles toda su amabilidad para con nosotros.
Hacía un buen rato que el grueso de compañeros ya habían llegado a Muxia y aprovecharon para andar por sus callejuelas, por el puerto, tomar unas cervecitas frescas mientras nos esperaban.
Faltaban unos minutos para la hora de la comida, pero todos puntuales nos dirigimos al “O Sirena” Estaba todo preparado y tomamos asiento, los camareros pronto nos atendieron y empezaron a servirnos los entrantes: empanada y croquetas, mientras se acababa de hacer un arroz marinero. Al arroz le siguió una carne con setas y champiñones y una caldeirada de bacalao fresco. Era demasiado, no podíamos tomar ni un bocado más. De postre un flan de este sitio y no hicimos caso de que deberíamos llevar un tapper para lo que no pudiésemos comer y es muy cierto. La comida toda muy rica, si tengo que destacar algo sobre lo demás, diría la empanada.
Pocas veces comí una empanada tan rica.
Nuestra felicitación desde aquí al cocinero y todo el personal de O Sireno. Volveremos.
Salimos hacía el Santuario de A Barca por la parte del paseo al lado del mar llegamos hasta el Secadero de Congrios
En Muxía se conservan los dos únicos secaderos de congrio de toda la Península, el de Os Cascóns y el de A Pedriña. En este último, el proceso de curación y secado del pescado es totalmente artesanal. Muxía recibió y recibe a innumerables viajeros. Muchos vienen por motivos religiosos; como los que caminan hasta el santuario de Nuestra Señora da Barca; a donde también llegan los peregrinos que completan el Camino Xacobeo hacia el océano Atlántico. También hasta aquí llegaban los bilbilitanos desde la localidad aragonesa de Calatayud. En el Medievo traían cuerdas para los barcos de Muxía y llevaban de vuelta, como pago en especie, piezas de congrio de los secaderos de la ribera que transformaron en una delicatessen para el paladar, que se sigue consumiendo hoy en día.
Desde el secadero seguimos hacia el Santuario la impaciencia por llegar a algunos nos hizo saltar la iglesia de Santa María en la base del monte Corpiño. Allí en el Santuario de la Barca el sacristán nos hizo de guía, contándonos todas las novedades que sufrió la iglesia desde que quedó arrasada por el fuego y dañada por el agua en el 2013.
“Según leyendas locales, el apóstol Santiago había estado predicando el evangelio en Hispania sin aparente éxito y, desmoralizado, creyó rendirse. En ese momento, mientras rezaba en el punto donde hoy se levanta el templo, una barca de piedra apareció en el mar y en ella se encontraba María que lo consoló, animó y dio por terminada su misión en ese lugar, pidiéndole que volviera a Jerusalén.1 Posteriormente dejó en el lugar los restos de la embarcación que son rocas con formas peculiares que se encuentran frente al templo.
La primera evidencia clara de construcciones en la zona es la de una ermita del siglo XII y posteriormente ya evidencia escrita en el año 1544.2 A partir del siglo XVII, y motivado por los milagros atribuidos a la virgen, se fueron construyendo edificios de cada vez mayor tamaño hasta que entre los años 1716 y 1719 se construyó el edificio actual con el patrocinio de los entonces duques de Maceda cuyos restos fueron posteriormente depositados en el templo.
Posteriormente, durante el siglo XIX, se añadieron al edificio dos construcciones laterales, la casa rectoral (1828) y unaespadaña (1834) que aún hoy se conservan.
Ya durante el siglo XX un emigrante gallego en América, financió las obras que remataron la fachada con dos torres. El 25 de diciembre de 2013, durante la ciclogénesis explosiva Dirk, un rayo provocó un incendio que arrasó el techo y el interior de la iglesia con grandes pérdidas materiales aunque no personales. Tras esto, durante meses la estructura soportó vientos huracanados y lluvia incesante hasta que en junio de 2014
comenzaron los trabajos de limpieza y restauración que el arzobispado de Santiago de Compostela asumió en su totalidad. En 2017 se colocó, en sustitución del retablo mayor, una lámina de vinilo con una fotografía del mismo·” Wikuipedia
A esas alturas cada uno andaba por su lado, juntarnos para hacer una foto final de grupo una utopía. Unos estaban por las rocas, en la Pedra de Abalar (el trozo que partió está arriba cerca de la iglesia), en a Pedra dos Cadrís, otros cerca del faro, otros subiendo al Monte Corpiño para ver la maravillosa vista desde allí.
Eramos poco más de la mitad del grupo los que conseguimos reunirnos para hacer la foto.
Habíamos pensado acercarnos hasta cabo Vilan, pero no daba tiempo ya eran cerca de las siete. Regresamos en coche, por, Moraime, Cereixo, Muiños, Ponte do Porto… una visita en autobús por la costa. No llegó a nada.
Hoy ya no podemos decir hasta la semana que viene, ya acabó, se terminó el Camino. Se acabó por ahora compañeros, pero seguro que dentro de pocos meses estaremos recorriendo y conociendo otros maravillosos caminos, nos cruzaremos con otros peregrinos, pero los peregrinos de Adayeus a pesar de hacer un camino descafeinado, de sábado en sábado seguiremos adelante paso a paso creando un lazo especial entre todos “AMISTAD” ·”COMPAÑERISMO” un lazo que nos une desde el primer paso, desde que entramos en la Senior con ganas de empezar una nueva etapa de nuestras vidas y nos encontramos con la posibilidad de hacer el camino y ya formamos el grupo de todos los niveles, primerizos, veteranos, allegados nuestros que al final también acaban en la Senior y en el Camino.
Todos nos hemos asustado cuando escuchamos por primera vez «van a ser 11, 12 semanas seguidas», y nos decimos “es demasiado, me aburro antes, no voy a terminar” y no solo terminamos ese camino si no que antes de terminar ya preguntamos ¿Cuándo empezamos el próximo?
Para todos vosotros, los de este camino y para todos los de los caminos anteriores os envio todo mi cariño y agradecimiento por haberme acompañado en esta maravillosa aventura
Buen Camino Compañeros/Amigos en vuestras vidas cotidianas hasta el próximo Camino
Blanca Franco.
Vocal del Camino
Fotos:
https://photos.app.goo.gl/Sce4tBoGSfiFH1uN7
Etapa 8ª FISTERRA – LIRES 13.60 Km
04- 05– 2019
Llegamos de nuevo a otro sábado. Nos da la sensación de que el tiempo pasa a toda velocidad.
Iniciamos el día como de costumbre recogiendo a todos nuestros compañeros en sus respectivas paradas y enfilamos hacia nuestro destino: Fisterra. Aprovechamos el viaje para repartir la información de la etapa, cobrar el importe de la comida y recordar entre nosotros la experiencia del último día, con el sol que vino a nosotros por la tarde, el mar que nos recibió con tranquilidad, el ocaso del sol que vimos desde el Faro, sentimientos y sensaciones que jamás olvidaremos.
En Fisterra nos dejó el autobús a la altura del albergue, a la entrada al puerto. Un día soleado, el cielo azul intenso, el puerto lleno de barcos pesqueros, el pueblo nos recibía con sus mejores galas.
Nos dimos un tiempo para la parada técnica y tomar un cafetito, el penúltimo que nos queda en este camino, el próximo sábado será el último.
Ultima foto de grupo en Fisterra e iniciamos la etapa.
Tenemos que desandar parte del camino que hicimos en la etapa anterior y desde el albergue de peregrinos regresamos de nuevo hacia la playa de Langosteira hasta la cruz de Baixar (otra parada para más fotos) y seguimos por el arcén de la carretera (menos mal que hay arcén) con cuidado de respetar la calzada de los coches, en grupo compacto y alargado contemplando la playa a nuestra derecha, preciosa, con un mar azulísimo, llegamos a un desvió donde un mojón nos indica que debemos seguir por una pista asfaltada. llegamos a la parroquia fisterrana de San Martiño de Duio..
El nombre de Duio remite a la legendaria ciudad de Dugiúm,
“La ciudad de Dugium . por Carmen
Procedentes de Europa Central, hacia mediados del siglo VII a.C. llegaron a la actual Galicia los nerios, nombrados por Estrabón en su obra Geografía de Hispania, donde comenta que “los que viven más alejados son los ártabros, en las proximidades del cabo que llama Nerio, que separa los flancos occidental y norte (…)”, por lo que se cree que ambos pueblos (ártabros y nerios) pudiesen ser ramificaciones de un mismo tronco común.
Adoradores del sol, sus rituales presumiblemente se celebraban en el cabo Nerio, localizado en Fisterra. De ahí que exista la posibilidad de que el Ara Solis hallado en este lugar por los romanos y mandado destruir por el Apóstol Santiago fuese el origen de la leyenda Xacobea y posterior peregrinación.
En la parroquia de Duio (Fisterra), ya citada en el Códex Calixtinus en el siglo XI, se han hallado importantes restos que testifican la existencia de una población pagana importante en la zona, Dugium, y que se relaciona con esta tribu celta. La leyenda cuenta que los restos del Apóstol pasaron por la zona, a fin de ser enterrados en los confines del mundo conocido. La reina del territorio, Lupa, remitió a los discípulos del Apóstol al gobernador de la región, quien ordenó que se les preparase una emboscada y se les diese muerte. Descubierto el plan, consiguieron huir, por lo que este hecho jugó un papel importante en la localización de la tumba del Apóstol.
Leyenda o no, lo cierto es que Dugium probablemente haya sido una ciudad cosmopolita, como lo demuestran los hallazgos cerámicos, herramientas, etc. que han sido localizados en el lugar, además de la existencia de templos celtas y arrianos que, como se tiene constancia, fueron destruidos por los suevos”.
Nos encontramos con varios burros. Parece que en esta comarca se siguen utilizando para ayuda del trabajo del campo. No son tan burros, uno, al acercarnos a él, rebuznó como saludándonos y vino hacia nosotros pidiéndonos un mimo y que le dijésemos cosas bonitas.
Continuamos por la pista asfaltada hasta llegar a San Salvador donde nos desviamos por un camino de tierra, seguimos por las aldeas de San Salvador, Rial, Buxán, Suarriba, Castrexe y Padrís todas pertenecientes a la parroquia fisterrana de Sardiñeiro.
Al llegar a Padris, a ambos lados de la pista pinos y a la derecha entre los árboles y allá abajo la playa del Rostro, arena blanca, agua azul intenso como el cielo que nos cubría ¡una maravilla!
Hoy estrenamos camiseta del camino con los emblemas del Camino en la parte delantera y en la espalda el anagrama de ADAYEUS.
Queremos que a nuestro paso los que nos vean sepan de donde procedemos, porque estamos muy orgullosos de la Senior y ¡como no! de Adayeus.
Nuestros pasos siguieron por zonas boscosas, por tierras de cultivo, por tuneles verdes, el camino seguía subiendo y bajando, pero ahora ya era casi seguido cuesta abajo hasta Canosa y desde allí a Lires nos enamoró y a través de sus callejuelas con casas antiguas de piedra, muchas restauradas, hórreos, el mar por todos lados y flores, muchas flores.
No pudimos acercarnos a la playa de Lires ya nos esperaban nuestros compañeros en el restaurante. En un cruce de caminos dudamos ¿por dónde teníamos que seguir? Por aquí, dijo alguien, el restaurante está en aquel altillo.
Allí en la terraza como un mirador estaban nuestros compis. Aprovechamos la espera para sellar las credenciales el penúltimo sello del Camino.
Se me acerca uno,
– Blanca, faltan cuatro
– No es posible, me venían pisando los talones…
Se habían despistado y casi llegan a Muxia, no había cobertura para los móviles, salimos en su busca y las encontramos gracias a preguntar a otros peregrinos si habían visto a alguien con camisetas como las nuestras y que nos indicaron por donde iban. Primer fruto de las camisetas.
Ya estábamos todos. Pudimos entrar al comedor, todo muy bonito, en blanco y el mar que seguía acompañándonos al otro lado de las ventanas. Me habían reservado un sitio y me habían colocado unas rosas que recogieron en el camino y todo cubierto de corazones brillantes. ¡Demasiado!
Ya teníamos el gusanillo del hambre y atacamos todo lo que nos servían, tortilla, calamares, pimientos de padrón; Los camareros nos decían riéndose “ya se nota que vienen de caminar” y nos traían más y más.
Después del primero de picoteo, nos sirvieron un churrasco de cerdo, criollos y alitas de pollo acompañado de patatas fritas y ensalada; de sobremesa como algunos dicen, tarta helada y a los que no querían helado otros postres, estaba todo muy bueno y todo el personal muy amable, rapidos y pendientes de lo que necesitasemos.
En el ambiente había un algo especial, el cumpleaños de Pitusa había sido el día anterior, la felicitamos todos, le cantamos el cumpleaños feliz. Pili le trajo una caja de rosquillas hechas por ella que repartió entre todos.
Las sorpresas no acabaron aquí, iba a pagar antes de marcharnos a Moraime, cuando me retuvieron y me hicieron el mayor homenaje de mi vida, me demostraron lo mucho que me aprecian, bandas, regalos…Estos últimos años siempre y a pesar de pedir por favor que no queremos regalos, que para nosotros es más que suficiente con que les guste el Camino y que estemos bien todo el grupo, siempre han tenido una atención para los que organizamos el Camino, pero esta vez se han pasado, conmigo. MUCHISIMAS GRACIAS A TODOS, jamás lo olvidaré.
Al lado del restaurante, hay una explanada con un palco de la música para las fiestas del lugar, allí estaban todos los compañeros, sacamos fotos del grupo, una lluvia de confeti brillante cayó sobre nosotros. Un grupo se puso a bailar como lo hacen en clase de baile…todos muy felices.
El tiempo pasaba implacable y debíamos de estar ya en la Iglesia de Moraime, así que a pesar de lo bien que lo estábamos pasando subimos al autobús y allá nos fuimos.
Tan pronto pude, llamé a Elibel (la persona y guía que nos esperaba para enseñarnos la iglesia) para pedirle perdón y decirle que estábamos de camino.
Moraime es un lugar especial y la iglesia una verdadera maravilla cargada de historia. Elibel con una paciencia infinita nos contó un montón de la historia del Monasterio desde sus comienzos hasta el presente. En la antigua rectoral hay un hostel hecho después de la rehabilitación de todas las edificaciones. Os dejo una entrada sobre el lugar.
“San Julián de Moraime, el final del Camino
(23 septiembre, 2016 Javier Ramos)
Junto a la ría de Camariñas, en la Costa da Morte gallega, emerge el monasterio benedictino de San Julián de Moraime, un centro con una gran influencia hasta el siglo XV. En uno de los confines del mundo conocido, la Finis Terrae de los romanos, este lugar tiene un embrujo especial al convertirse en el centro religioso más influyente de la Costa da Morte.
Si el viajero da una vuelta en derredor de la iglesia de San Juan de Moraime hallará una pequeña puerta en la que se ve, en el tímpano, una escultura románica. Se trata de una mesa que recuerda a la Última Cena en la que se ve a Jesucristo al lado de un niño y de seis personajes que lo señalan con el dedo índice.
No menos impactante es la portada de la iglesia, que destaca por su rica ornamentación de profunda carga simbólica. Las mismas siete figuras, sin contar al niño, sentadas a la mesa las encontramos en primer plano en la portada.
Al viajero le sorprenderá ver a la izquierda de la entrada unas valiosas lápidas sepulcrales. Como las del cementerio de Noia, no hay una de ellas que contenga la profusión de símbolos gremiales que contiene una de las de Moraime. Otra muy hermosa es la que tiene grabada una espada que cruza verticalmente un corazón.
Los orígenes de San Julián son inciertos, aunque la historia demuestra que el lugar estuvo habitado al menos desde época romana, antes de ser un lugar de culto cristiano. En los trabajos de excavación apareció entonces parte de lo que pudo ser un complejo termal, cerámica y monedas.
La documentación resultante de la excavación en la necrópolis aportó una dotación de los siglos V al XI. Se trataba de una necrópolis pequeña, de 15 a 20 individuos, enterramientos humildes, pero entre los que aparecieron objetos litúrgicos que hacen pensar en la existencia de un templo altomedieval, quizás tardo antiguo.
Tímpano de San Julián de Moraime./hesperetusa
El conjunto monástico benedictino de San Xiao remonta su existencia al siglo XI. Su primera mención documental contrastada data de 1095, fecha en que recibiría una serie de donaciones por parte de distintas
personalidades vinculadas a los Condes de Traba. En el año 1105, el conjunto fue asaltado por normandos. En 1115, el ataque procedió de los almorávides, siendo a partir de 1119 cuando se levantó el templo que vemos hoy.
Alfonso VII pasaría en Moraime algunos años de su infancia, lo que no olvidó al ser coronado, de manera que el monasterio contó con el favor real, de Alfonso y sus sucesores, hasta que llegó un momento en que los dominios del cenobio abarcaron tierras entre Muxía y Fisterra.
Durante los siglos XVI y XVII el lugar se vio asaltado en diversas ocasiones por piratas ingleses, lo que forzó su abandono, pasando a ser su templo iglesia parroquial y reconvirtiéndose parte de las dependencias monásticas en casa rectora durante el siglo XVIII.
El bello templo románico es lo único que nos ha llegado de aquel importante conjunto monástico y es Bien de Interés Cultural desde 1972. La iglesia, dividida en tres naves, terminaba en tres ábsides, de los que se conservan los laterales, porque el central fue modificado al serle añadida una capilla. Se conservan los bellos pórticos y la torre. En el siglo XVII le fueron añadidas unas interesantes pinturas murales al muro norte, que representan pecados capitales y virtudes, y que fueron tapadas con cal en el siglo XVIII.
El origen del conjunto monástico se remonta al siglo XI.
Muxía es y ha sido una villa marinera. Sus inciertos orígenes hacen pensar que su crecimiento debió de ir parejo al del monasterio de Moraime, de quien dependía. La fundación del santuario también está relacionada con el monasterio de Moraime. El santuario está muy cerca de Muxía, asomado a las aguas del mar. En 1719 se construyó el templo actual. El santuario que vemos hoy es barroco, aunque su sobriedad exterior recuerda influencias clasicistas anteriores”.
Si alguno no conoce esta iglesia, que no pierda la ocasión de visitarlo si tiene ocasión.
Teníamos que volver, regresamos al autobús con nuestros móviles cargados de todas las fotos que pudimos hacer, porque si no lo vemos es difícil explicar todo lo vimos.
De vuelta a casa, no dejamos de hablar de todo lo que habíamos visto y vivido durante la jornada, algunos aun no lo hemos asimilado.
Muchísimas gracias a todos amigos, no soy capaz de expresar lo que me habéis hecho sentir. Nos queda una etapa y seguro que la viviéremos también a tope.
Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco. Vocal del Camino
Fotos:
https://photos.app.goo.gl/88LXrxehD6F65uYr9
Etapa 7: Corcubión – Fisterra: 14 Km.
27- 04 – 2019
Este sábado llegaremos a Fisterra. Es un día muy especial y si ya es especial siempre el día que terminamos el camino llegando a Santiago, entrando en la Catedral y sintiendo ese sentimiento indescriptible que nos inunda a todos y que es tan difícil de explicar. La etapa de hoy es algo que todos o casi todos, teníamos pendiente; ir más allá tras los pasos de los que nos precedieron hasta el fin del mundo “Fisterra” tierra que según la tradición también pisó el Apostol en su primer viaje a Galicia, pero tierra también que atrajo a gentes desde lejanos países para contemplar el “Finis terrae” que significa “donde acaba la tierra”.
A nuestro grupo, también nos atrajo llegar al fin de la tierra y hoy un poco más tarde que de costumbre salimos de casa. La cita era a las 10 de la mañana del CUR y unos minutos más tarde en cada una de las sucesivas paradas.
Nos sentíamos extraños, hasta pensamos alguno si ya se habrían ido sin nosotros ¡pero no! Estaba todo bien y al poco rato ya estábamos todos en el coche.
Repetimos el ritual de todos los días, repartir programas, cobrar la comida, explicar un poco más extendido lo que íbamos a hacer y algo nuevo, recoger todas las credenciales para llevarlas a la oficina del peregrino y recoger las Fisterranas.
Sin apenas darnos cuenta ya habíamos llegado a Corcubión y aunque la regla era no hacer la parada técnica y hacerla solo si era necesaria durante el trayecto, algunos se la saltaron. No pasó nada, un ligero retraso.
Parece que esta vez la lluvia no nos deja ni un solo día y comenzamos con un calabobos, no nos importa y salimos tomando las escaleras que nos lleva por la calle de las Mercedes hasta el campo do Rollo. Un letrero de madera nos indica el camino. A nuestra izquierda va quedando allá abajo Cee y Corcubión, las podemos adivinar entre la bruma de la niebla. El inicio del camino nos lleva por una estrecha calzada de piedras entre muros de piedra sobre piedra, tenemos que emplearnos a fondo porque es una fuerte subida pero lentamente la hicimos casi sin notar. Las subidas se enlazaban con las bajadas como en una montaña rusa y por caminos de tierra y tramos de carretera que hacíamos por el arcén.
De repente, vimos allá abajo la costa de Fisterre entre pinos atlánticos, que hay en toda la costa, espectacular, sentíamos pena porque con la llovizna no nos dejaba verla bien.
Descendimos súbitamente por un sendero donde tuvimos que poner todos nuestros sentidos para no resbalar y caer, lo logramos y llegamos por un tramo de carretera hasta Calcoba, donde brota el extenso arenal de Langosteira.
El camino oficial sigue por las dunas y no sé si los que nos precedían lo siguieron. Nosotros los de la cola escogimos hacer el tramo por la playa y seguimos hasta una pasarela de madera que cruzaba una laguna para volver al camino. Nos mereció la pena. El mar estaba tranquilo y rompía a nuestros pies.
Accedimos a Fisterra por el barrio de San Roque y pasamos junto a la cruz de Baixar, un hermoso crucero de granito del XVI. En el anverso vemos a Cristo crucificado y en el reverso una imagen de María Inmaculada con el niño Jesús.
Se hacía tarde, algunos de nuestros compañeros ya habían llegado, nos estaban esperando en el restaurante y apuramos los últimos pasos hacia el puerto donde está el mesón la Cantina.
A pie del puerto, los barcos amarrados en el muelle, la lonja cerca en un moderno edificio y al fondo a la derecha el castillo de San Carlos, que no lo sabíamos, pero lo íbamos a visitar por la tarde. Había dejado de llover pero al sol le costaba despejar la niebla
Todo estaba en orden y luego de sentarnos, un grupo en un pequeño comedor y el resto en la zona del bar, viendo el precioso puerto a través de las cristaleras.
Los camareros nos empezaron a servir la comida, de entrante unas croquetas de marisco y seguimos con unas almejas a la marinera, para rematar con caballa a la plancha con cachelos y un escabeche de algas.
El segundo plato nos sorprendió, tal vez porque no es de lo que acostumbramos a comer, pero estaba realmente bueno, exquisito. Bueno, igual a alguno no le gustó tanto, siempre hay excepciones. Todo esto regado con vino tinto y blanco. Los dos muy ricos pero el blanco ¡fenomenal! y de postre tarta de queso con una crema de membrillo y cafés. Lo recomendamos, también tienen carnes, pero no podemos pasar por aquí y no disfrutar de los productos del mar de primera calidad.
Mientras que terminaban los cafés, fuimos Luisa y yo a recoger las Fisterranas, (certificado de haber llegado a Fisterra desde Santiago)
Cuando regresamos, ya el grupo se dirigía con el guía hacía el Castillo de San Carlos después de hacer la foto de grupo para el recuerdo.
El Castillo fue construido en el siglo XVII como punto de defensa junto a los castillos del Príncipe en Ameixenda y del Cardenal en Corcubión, para defensa de la ría.
Después de años abandonado fue recuperado y ahora acoge un pequeño museo del mundo del mar. Es una fortaleza del año 1752 que fue propiedad de Plácido Castro Rivas, quien se lo cedió a la entidad Museo de Fisterra, que presidiera Francisco Esmorís. En el año 1964 éste lo donó a la cofradía de pescadores, que es el actual propietario. Fue recuperado y ahora acoge un pequeño museo del mundo mar.
Llegamos al castillo, que está en un punto alto y a sus pies un acantilado. La entrada está muy cuidada, un pequeño jardín, una lancha y rodeando todo una muralla almenada. Nos esperaba un guía muy especial “el poeta y marinero Alexandre Nerium” es una persona que rezuma amor al mundo marinero.
Y nos habló de las nasas, de los pulpos, del escandallo, de la sardina del Xeito y de no sé cuántas artes de pesca más. Ahora buscando en internet acabo de encontrar esta crónicade 2016, donde cuentan las peripecias de este museo que después de haberlo visitado, vemos que volvió a renacer y espero que perdure en el tiempo. Nuestro agradecimiento a Alexandre Nerium por mostrarnos ese pequeño museo que es un GRAN MUSEO, por los tesoros que tiene.
2016 “A las puertas del Museo da Pesca de Fisterra, en el castillo de San Carlos, un peregrino incidía hace unos días en la necesidad de mantener un patrimonio como ese. Mantenerlo, sin duda alguna -no parece, o no debería, cuestionarse-, pero hacía hincapié todavía en algo más: difundirlo. Ejercer de altavoz, enseñar al mundo el gran patrimonio que alberga este finis terrae, en un recuncho atlántico de visita obligada: darle el valor que se merece. La posibilidad de no hacerlo semejaba extraña e inconcebible para el visitante, y no es para menos. No tiene mucha lógica dar vida para luego dejar morir. Manolo, Alexandre Nerium, guía del museo, alude a anécdotas que vivió dentro de ese espacio expositivo para constatar que hay cosas pequeñas que se pueden hacer muy grandes. Y es cierto. Uno sale del Museo da Pesca, inmenso en conocimiento en tamaño concentrado, sabiendo del gusto por la comodidad de los pulpos, de su carácter territorial, del arte del xeito, de la pesca de sardina o de cómo evolucionó el mundo del mar y el mundo mismo a partir de un escandallo. Tantas y tantas otras cosas que Alexandre conoce de primera mano, sobre la Costa da Morte y más allá, y tantas dudas que resuelve de inmediato, con la misma pericia que hace sonar un cuerno lleno de historias de mar. Escucharlo supone zambullirse en una enciclopedia y un diccionario marítimo. Cuando uno sale del Museo da Pesca de Fisterra se va a casa contagiado por el brillo de Nerium, quien, sin embargo, y aún con ese carácter afable, hospitalario y familiar que le caracteriza, no las tiene todas consigo sobre lo que pueda pasar con el centro cultural ahora que Neria -encargada de la gestión- atraviesa momentos duros. Cree que con poco puede mantenerse a flote el museo («aguantar as cousas») y que, poniendo empeño, se puede lograr. Para el guía sería una buena salida que el Concello de Fisterra asumiese el timón, evitando así que la inversión hecha en su día se vaya a pique, como un barco consumido por el temporal de complicaciones varias. En el Ayuntamiento, y así lo decía ayer mismo el teniente de alcalde, Xan Carlos Sar, son conscientes de que esa gestión municipal, previo acuerdo con cofradía y Neria, que no parecen tener mayor problema, también es una posible medida a tomar. De hecho, han tanteado qué se puede hacer. «Nós vemos saída e estamos niso», dice Sar, aunque de momento falte por concretar cuándo y cómo. Dice que el alcalde, José Marcote, charló con el responsable de Neria. Entre sus objetivos clave, conservar la presencia de Alexandre: «Para min, e penso que coma min todo o mundo, o 80 % do museo é Manolo». Dejar perder el Museo da Pesca de Fisterra sería alentar el naufragio de la identidad, hacerla encallar contra las rocas de la inoperancia, un defecto que hay que alejar de estas tierras” (Patricia Blanco).
El Museo de la Pesca ha resucitado y esperamos que siga adelante, no dejéis de visitarlo si pasáis por Fisterra.
Después de la visita al castillo, nos dirigimos hasta la iglesia de Santa Maria das Areas, siglo XII. Tuvimos suerte y la encontramos abierta. Es una iglesia muy bonita y se cree que se construyó sobre un castro y en un lugar destinado a un dios pagano.
Su origen se establece en el año 1199 según escrito de donación de Doña Urraca Fernández, hija del Conde de Traba que reza “V. modios de pane et tertian vacarum mearum de montealto. Ad opus ecclesie Ste. Marie de finibus terre”. Hay una lápida mortuoria que se cree que es la de Doña Urraca y el Cristo de Fisterre o el Cristo das barbas douradas. Más información…
http://xacopedia.com/Santa_Mar%C3%ADa_das_Areas_iglesia_de
la iglesia nos encantó, toda ella es una maravilla.
Cerca de las 8 de la tarde o poco después, iniciamos la subida al faro. El autobús se acercó y recogió a alguno de nuestros compañeros que ya no podían con otra cuesta y los llevó hasta el faro. Aunque a decir verdad las tuvimos más duras por la mañana, eran los últimos km del Camino Finisterrae, epilogo de todos los caminos.
A la izquierda de la carretera subiendo, hay un arcén separado por un quita miedos de la carretera para evitar el peligro de los coches o la imprudencia de los peatones invadiendo la calzada.
Adelantamos la estatua del peregrino medieval y llegamos al km 0, al punto donde se creía que era el fin del mundo. ¿Lo que más me gustó? Ver desde ese punto un mar inmenso sobre un promontorio de rocas, ver el horizonte en una línea curva, casi, casi de 360 º a donde abarca nuestra vista, El faro fue construido en 1853 siguiendo el diseño de Felix Uhagón.
¿Lo que menos me gusto? El edificio que está delante aloja el Centro de Información Turística gestionado por la Asociación Neria de la Costa da Morte, donde dan asesoramiento, sellan credenciales y recaban estadísticas, el hotel en el mismo edificio, los chiringuitos de recuerdos, las torretas encimas de las rocas. Para mí todo eso es como un sacrilegio a la naturaleza, pero es el poder de Don Dinero.
Los pueblos prerromanos adoraban el sol desde este punto geográfico y nosotros llegamos hoy aquí con la intención de poder despedir al astro Sol que tras estar escondido `para nosotros la mayor parte del día, por la tarde salió, despejó las nubes y nos alumbró durante horas.
Cuando llegamos cada uno escogió, no sé cómo, un sitio por las rocas, en los caminos, en la terraza del Centro de I.T. había mucha gente, peregrinos, turistas, pero a mí me dio la sensación de que solamente eramos nosotros los de Adayus, nuestro grupo, mirase donde mirase veía una cara conocida y casi puedo asegurar que el sol se ocultó dentro de cada uno de los que allí estábamos.
El ocaso iba a terminar a las 21;33 pero cuando se perdió en el horizonte eran las 21:30, nos dirigimos rápidamente hacia el autobús sin dejar de miran al lugar por donde se había ocultado el Sol y de repente, todos a una dijimos: no es posible, volvió a salir, lo ocultó una línea de niebla, y de repente vimos una esfera de fuego debajo de lo que suponíamos el mar, eran las 21:33, disparamos las ultimas fotos tratando de captar los últimos rayos al tiempo que se ocultó definitivamente hasta mañana.
Así acabó un día único, amigos, mar, lluvia, playa, senderos, bosques, la gente maravillosa que encontramos en nuestros caminos, los sentimientos que nos trajimos de vuelta y que todavía perduran. Lo hemos logrado llegamos al faro como guiados por él y ojalá que otros faros nos sigan guiando en nuestras vidas.
No hemos acabado todavía nos quedan dos etapas y llegaremos a otro santuario religioso y de la naturaleza, el Santuario de A Barca, otro lugar mágico.
Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco. Vocal del Camino
Fotos:
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Etapa 6: Marco do Couto – Corcubión.
El tiempo transcurre sin pausa y hoy vamos a hacer la sexta etapa hacia Fisterra.
Debido a la proximidad de la Semana Santa y los viajes del IMSERSO han quedado huecos en el autobús que no hemos podido completar. Con eso y con todo salimos 44 dispuestos a disfrutar de lo que nos deparase el día en dirección al punto de partida, que es donde terminamos el último sábado en el lugar de Logoso, el autobús no podía entrar hasta Marco do Couto y hoy vamos a hacer los km que no pudimos hacer el día anterior, añadidos a los que tenemos en esta etapa.
Al llegar hicimos la parada técnica en un albergue-bar-tienda y como sabían que íbamos nosotros nos hicieron un bizcocho para tomar con el café. Detalles como este siempre son de agradecer. Nos atendieron con muchísima amabilidad a pesar de que cuando llegamos a un sitio y ser tantos, colapsamos todo.
Sobre las 10 comenzamos a andar. El clima nos prometía algo de agua a partir de la una, pero pronto se nubló y tuvimos ligeras lluvias por ratos y muy nublado; pero por suerte la lluvia fue suave y no como el sábado anterior que nos arrolló toda la jornada.
Por una pequeña pista de tierra fuimos subiendo hasta la aldea de Hospital y salimos a una carretera que bifurca los caminos a Fisterra y Muxia.
Seguimos las flechas y los mojones que nos desvían a Fisterra. Muxia la dejamos para las dos últimas etapas: Fisterra – Lires y Lires – Muxia.
Continuamos por un camino de tierra, subiendo y bajando suavemente, cuando nos encontramos al dar la vuelta a un recodo una vista preciosa, a la derecha un merendero con mesas de piedra, árboles que de haber sido un día soleado darían una sombra que se agradecería pero con el día que tenemos no hace fal;
al lado izquierdo encontramos una preciosa ermita, la ermita de Nuestra Señora de las Nieves. Una preciosa capilla que mira desde la altura al pequeño valle que está a sus pies y en el medio de un prado el Crucero da Armada.
Volvía a tocar subir y rodeando la ladera de la montaña suavemente subiendo nos pusimos enfrente a la Ermita de Nuestra Señora das Neves, esta vez eramos nosotros los que estábamos más altos en el repoblado monte do Lousado y llegamos al punto donde algunos de nosotros cogerían el autobús, muy cerquita de la ermita de San Pedro Mártir.
Nos esperaba Luis (nuestro ángel de la guarda en el camino) para indicarnos que el coche estaba un poco oculto, pero desviándose a pocos metros. Aprovechamos para beber agua da Fonte do Santo y contemplar la sencillez no exenta de belleza de la pequeña ermita.
Seguimos el camino, lloviznaba, pero no demasiado, las capas pasaban de cubrirnos a colgar de las mochilas, la temperatura agradable, pero la niebla persistía, ya teníamos que haber visto el Cabo Fisterra batido por el mar, pero la niebla no lo permitía y comenzamos la parte con más dificultad del día bajando por un camino con gran pendiente de tierra y piedras por Camiños, Chans y por fin pudimos ver, no imaginar, el mar allá abajo. Nos quedamos con pena de no hacer esto en un día claro, pero mereció la pena verlo.
Cee estaba a dos pasos y ya el mar no nos dejaba, estaba esperándonos para acompañarnos lo que restaba de la jornada. Entramos por Campo Sacramento y rúa Magdalena hasta el centro del pueblo, pasamos al lado del cementerio situado mirando al mar. Los que allí descansan el sueño eterno lo hacen mecidos por el murmullo del mar cuando está en calma y por el bramido de su fuerza cuando está bravo.
Seguimos por el puerto hasta llegar a Cee y por el paseo marítimos a continuación hasta llegar a Corcubión. Nos llamó la atención la iglesia de Santa Mª de Xunqueira, que no pudimos ver por dentro y los bancos con azulejos en el paseo marítimo que enlaza Cee y Corcubión.-
Fue una pena que a algunos no nos diese tiempo ver un poco del pueblo.
Ricardo con el coche y la gran mayoría de los compañeros ya nos esperaban y nos acercamos al restaurante que estaba a pocos metros de la playa de Quende.
La entrada al restaurante es muy bonita, a pocos metros del mar con solo una cristalera por medio y con una decoración muy marinera en tonos azules.
Como no queríamos que la comida perdiese si se enfriaba, decidimos esperar unos minutos a que se terminase de hacer y mereció la pena, ¡vaya que sí! Cuando sobre las mesas nos pusieron unas grandes fuentes humeantes con una riquísima fideuá de marisco a la que le dimos buena cuenta; no sé cuántas veces repetimos, ¡estaba riquísima¡ cuando llegó el segundo “merluza a la gallega” ya no podíamos más, la probamos y repetimos, poco dejamos en las bandejas. De postre algo suave: flan casero.
Después de la sobremesa y a pesar de que el tiempo amenazaba con empeorar nos dirigimos hacía Cabo Touriñán.
La carretera que nos lleva hasta el cabo es estrecha, poco más ancha que nuestro autobús, el paisaje que vemos delante es un poco inhóspito y raro en nuestra tierra, incluso seco, ovejas triscando en los brotes que encuentran. Ricardo nuestro experto conductor nos lleva hasta la base del faro.
Está nublado, amenaza lluvia, los móviles y las cámaras tenemos que sujetarlos con fuerza para que no nos los lleve el viento, los gorros que no están calados en nuestras cabezas salen volando, no se fue ninguno al mar.
“Muchas veces es considerado el Cabo Fisterra como el punto más occidental de la península y por lo tanto de la Europa continental. Sin embargo sólo es para la historia y para la leyenda ya que geográficamente encontramos hasta tres cabos más occidentales. El más occidental sería el Cabo da Roca en Portugal, seguido del Cabo que nos ocupa, el Touriñán. Incluso el Cabo da Nave, muy próximo a Finisterre se localiza más al Oeste. Por tanto consideramos el Touriñán como el punto más occidental de Galicia y por lo tanto de España.
El Cabo Touriñan es un cabo inhóspito, en un lugar de clima extremo, de grandes vientos y grandes temporales que hacen la vida muy dura. Por eso es comprensible que A Costa da Morte sea una costa con poca población y en donde aún podemos encontrar numerosos lugares vírgenes.
Algunos historiadores sitúan aquí el mítico y legendario Promontorium Nerium que otros ubican en el mismo Finisterre. En el mismo cabo existe una pequeña isla conocida como Illa Herboso, Illa do Castillo o A Insúa en donde existen diversos vestigios arqueológicos.
43º 03′ 20″ N 9º 17′ 54″ O
Para facilitar el viaje y guiar a los barcos que transitaban próximos a la peligrosa Costa da Morte, que tantas vidas sesgó, se construyó un pequeño faro en 1898 que aún hoy se conserva sobre el viejo edificio. Se trataba de una luz blanca creado por la incandescencia de la parafina y tenía un alcance de 10 millas. En 1918 se mejoraron las instalaciones aumentando al doble las millas de alcance.
En 1981 se levantó el nuevo faro que tiene 3 metros de diámetro, una altura de 11 metros y un alcance de luz de 20 millas (37 km). Este produce 1 y 2 destellos cada 15 segundos. El montículo que acoge el faro tiene una altura de 61 m sobre el nivel del mar.
A unos 300 metros hacia el interior del mar se encuentra un lugar rocoso muy peligroso para los navegantes conocido com A Laxe de Buxeirados.
En la zona abunda el matorral bajo, propio de climas costeros extremos. Es habitual ver ganado pastado en libertad, sobre todo equino” De Alberto Alonso de Dios
Cabo Touriñán | GALICIA MAXICA
La tarde, repito no estaba de lo peor, pero casi, frio, viento lluvia… pero el espectáculo de la naturaleza es único. A pesar de todo hicimos fotos para el recuerdo, de nosotros, del Faro, del mar das Herbas de Namorar, nos queríamos llevar todo
Volvimos al autobús y después de salvar la “carreterita” hasta llegar a la carretera normal aplaudimos a Ricardo, es todo un profesional del volante, con este conductor al fin del mundo y nunca mejor dicho, porque en la próxima etapa llegaremos a Fisterra.
De vuelta acordamos que en la próxima etapa saldremos a las 10 horas e intentaremos ver la puesta de sol en el Faro de Fisterra.
Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco
Fotos:
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Etapa 5: Abeleiroas – Marco do Couto: 13,90 Km.
06-04-2019
Este sábado lo esperábamos pasado por agua, ¡pero no tanta!
En Vimianzo hicimos la parada técnica, no podríamos en Abeleiroas porque no había ningún local.
Llegamos y ya llovía un poco. Bien preparados para lo que se nos venía encima recogimos los bastones del maletero del autobús y sin más iniciamos la etapa.
La lluvia iba aumentando, el viento la ayudaba con nuestras ropas, las capas se nos subían y la lluvia aprovechaba para mojarnos por cualquier resquicio que encontraba en nuestros cuerpos. La batalla entre el temporal y los peregrinos había empezado ¿quién será el vencido?
Adayeus, el grupo de la Senior, sigue adelante dispuesto a todo.
Pisamos una tierra llena de historia pero en lugar de contaros yo la historia de Ponte Olveira y el trayecto que vamos a hacer, os voy a compartir la crónica de otro peregrino de hace varios meses por esta zona. Me pareció muy buena, mucho mejor de lo que yo pueda hacer. El peregrino es: Xesús Antonio Jurjo Lado y esta es su crónica:
“O CAMIÑO TRADICIONAL DE SANTIAGO A FISTERRA AO SEU PASO POLO CONCELLO DE MAZARICOS.
O Camiño de Santiago foi unha das principais rutas de comunicación que conformaron a cultura europea. Xa antes da cristianización, era fonte de atracción para moitos pobos que seguindo o exemplo do sol no seu camiñar, sentían a chamada de Occidente e do mar. Máis aló de riquezas, de conquistas ou do perdón dos seus pecados; buscaban cuantificar a medida do seu propio esforzo. Procura na que coñecerían novos horizontes, novas xentes e novas culturas, pero sobre todo, ese esforzado camiñar axudaríalles a coñecerse mellor a si mesmos.
Hoxe igual que onte miles de persoas percorren todos os días esta ruta con múltiples obxectivos, pero seguramente non moi distintos aos de outrora. Formando parte deste itinerario está a súa prolongación a Fisterra, na que o municipio de Mazaricos achega algúns quilómetros e moitos motivos para a fascinación e o asombro. Terras de fonda humanidade, paisaxes de equilibrada beleza, unha historia vivida intensamente e depositada nos nosos variados monumentos. Costumes e tradicións que xunguen a ledicia da festa e a maxia que nos fai crer o incrible e nos axuda a vivir nun mundo non sempre xusto e a soñar noutro mellor. Unha gastronomía que combina sabiamente os froitos da nosa boa terra cos pródigos dons do mar, próximo e imprevisible.
Os peregrinos doutros tempos deixáronnos nos seus diarios de viaxe referencias do seu paso polo noso concello. Non todos seguiron a mesma ruta, por iso podemos falar dun Camiño Tradicional e doutras variantes usadas máis puntualmente. Hai moitas maneiras de facer o camiño, a tradicional, esforzada e rigorista; e unha ampla variedade de aproximacións máis lúdicas e gozosas que non se suxeitan nin a itinerarios fixos, nin a horarios predeterminados, senón que, a semellanza do clásico turista queren coñecelo todo, velo todo e probalo todo. A ese tipo de visitantes podemos dicirlles que, ademais dos lugares aquí comentados, calquera ruta que escollan nunca será errada, pois todo merece ser visto e gozado.
Antes de comezar a andadura temos que lembrarlle aos posibles camiñantes que, nos últimos anos, dende a iniciativa privada fíxose un importante esforzo para dotar o tramo mazaricán do Camiño a Fisterra de numerosos establecementos que melloran considerablemente a viaxe ou a estadía de peregrinos ou turistas, dos que iremos dando cadra segundo descorra o noso camiñar.
O itinerario que seguen os peregrinos entra no concello de Mazaricos, proveniente do Marco do Cornado, pola parroquia das Maroñas. Despois de atravesar a paraxe denominada “A Lomba” chegamos á aldea das Maroñas de fortes resonancias pondalianas. O poeta de Bergantiños deulle este nome a unha das súas máis aguerridas heroínas, que morreu defendendo estes campos contra a invasión romana. Hoxe Maroñas como boa parte do territorio municipal, é unha poboación e unha paisaxe orientada á gandería e á produción de leite e carne de vacún. Esta actividade, ademais de deixar a súa pegada nas enormes cortes que sobresaen do resto das construcións, é a principal causante de que no noso territorio siga viva a tradicional estrutura agraria de monte, praderías e labradíos. Isto que parece obvio atopándonos nunha zona rural, non o é tanto se pensamos no forte despoboamento que sofren estas zonas e no abandono xeneralizado da agricultura como medio de vida. En Mazaricos podemos presumir de que os nosos campos seguen sendo fonte de riqueza. O peregrino ou o turista no seu camiñar atravesan zonas de monte alto como “A costa de Corzón” ou o Monte Aro, pero tamén ladeiras e vales onde as praderías e as terras de cultivo son as protagonistas.
En Maroñas ademais de vacas atópase unha das vivendas máis antigas de Mazaricos. Esta construción do século XVI, unida a outra de menor altura que, pola decoración da súa cornixa, parece da mesma época. O elemento que máis chama a atención da primeira das vivendas é unha inscrición que se atopa nunha ben escuadrada lousa de pedra de grao que serve de piar a unha ventá da planta superior e na que figura o seguinte texto: “esta casa es de bertola Tuñes se (o)bró en ell año de mill quinientos e sesenta e dos”. Como vemos a posuidora desta vivenda non só a dignificou cunha serie de elementos decorativos da arquitectura culta, senón que tamén quixo deixar constancia da data de construción e do nome da persoa á que pertencía. Agora que tanto se fala do empoderamento das mulleres, esta nosa veciña das Maroñas en pleno século XVI, non tivo reparo en eternizar o seu nome para exemplo das xeracións vindeiras. No segundo andar ten dúas ventás pegadas aos topetes do teito, característica común a toda a nosa arquitectura popular.
Dende Maroñas atravesando campos de cultivo, dirixímonos a Santa Mariña, situada á beira do regato do mesmo nome. Nesta pequena aldea sitúase a igrexa parroquial de Maroñas. Unha construción dunha soa nave de estilo románico con algunhas intervencións posteriores. A capela maior destaca pola bóveda de canón en clara consonancia co estilo do século XII.
Exteriormente sobresaen os canzorros que percorren e sustentan toda a cornixa, conformando un suxestivo repertorio de escenas simbólicas do imaxinario medieval.
É interesante o retablo maior, un bo exemplo do barroco no que as columnas salomónicas serven, non só para sustentar a máquina escénica, senón tamén para aguantar as eucarísticas vides cargadas de apertados acios. Retablo que, ademais doutras imaxes, acubilla a da patroa parroquial: Santa Mariña. Mártir galega crucificada polas autoridades da Roma pagá, que nestas terras é avogosa para a fertilidade do gando. Por este motivo é a máis festexada, xa que todos os labregos da comarca a celebran lanzando ao ceo de Xullo en alegre e ruidoso rebumbio, algúns foguetes en sinal de gratitude polos favores xa recibidos ou polos que esperan recibir nun futuro próximo. Á beira do templo parroquial, nunha construción tradicional restaurada, atópase o Albergue Casa Pepa, o primeiro servizo de hostalería que recibe aos peregrinos no noso Concello.
Deixamos Santa Mariña e avanzamos en dirección a Lamelas, un núcleo de formación recente ao abrigo da construción da nova estrada nos anos cincuenta do século pasado. O seu topónimo infórmanos de que os terreos nos que se sitúa, noutros tempos eran moi húmidos e destinados para apacentar o gando durante o verán. Neste enclave o camiñante poderá descansar, comer, durmir ou aprovisionarse no Café Bar Antelo, no Albergue Santa Mariña ou na Casa Victoriano.
Continuando o noso percorrido, agora para dirixirnos a Bon Xesús, bordeamos os predios pertencentes á próxima aldea de Liñares. O seu nome lémbranos o cultivo do liño, fonte principal de boa parte das vestimentas e dos enxovais que conformaban o vello vivir labrego.
A seguinte parada é Bon Xesús. Un dos numerosísimos lugares da nosa terra rodeados de lendas relacionadas con fantásticos tesouros gardados nas entrañas da terra e defendidos por maléficos “encantos”, capaces de castigar aos incautos que tentasen apropiarse deles, a un eterno e desmemoriado vagar polas paraxes inhóspitos do “inframundo”. Con estes antecedentes non nos estraña o seu nome de clara afirmación do culto cristián, co obxecto de borrar calquera referencia allea á ortodoxia católica. Máis aló destas suposicións, o topónimo tamén pode estar relacionado coa existencia, neste enclave, dun pequeno hospital para atender aos camiñantes. Hospital do que coñecemos o seu pobrísimo aspecto cando pasou por aquí o peregrino italiano Bartolomeu Fontana en 1539. Nas Memorias do Arcebispado de Santiago que en 1609 publicou Jerónimo del Hoyo, cóntanos que nesta mesma paraxe había unha capela baixo a advocación de San Brais que, segundo informacións orais, foi destruída polas tropas francesas en 1809. O único vestixio que o acredita como un vello lugar de culto é a existencia dun cruceiro de rústica e inxenua factura.
De Bon Xesús dirixímonos á Gueima. Desde esta aldea de medianas proporcións e onde a actividade gandeira se palpa en todos os recunchos, seguimos o noso camiño con dirección a Vilar de Castro, situada ao igual que a súa irmá maior Castro, ao pé do Monte Aro.
Precisamente no punto máis alto deste monte existe un castro que está na orixe destes asentamentos máis recentes.
En Vilar de Castro o viaxeiro pode optar por subir ao Monte Aro ou bordealo, os dous itinerarios conflúen no lugar de Lago. Se escolle a primeira opción, no curuto desta montaña, a 556 metros de altura, sitúase un castro fácil de apreciar polo triplo anel dos seus muros defensivos. Pero os restos arqueolóxicos non son o seu único atractivo, as vistas desde lugar tan privilexiado son espectaculares. Abarcan boa parte da comarca do Xallas, rodeada por un amplo anfiteatro de montañas, sucada por numerosísimos ríos e regatos, fonte de riqueza e de exuberante vexetación, e ornamentada polo dilatado lago artificial formado polo encoro da Fervenza.
A biblia cos seus múltiples relatos, deu lugar a moitas lendas que tentaban achegar as historias do libro dos libros a diferentes lugares e culturas. O Diluvio, Noé, o Arca, a pomba coa poliña de oliveira ou o Monte Ararat están, segundo unha destas lendas, na orixe da fundación da vila de Noia. Precisamente este topónimo, din que procede do nome do patriarca de Israel ou dunha das súas fillas. Formando parte desta recreación lendaria, estaría tamén o Monte Aro, que identifican co Monte Ararat, o lugar onde o Arca quedou varada cando as augas empezaron a descender. A realidade desta lenda non podemos asegurala, pero o que si podemos confirmar é a existencia, nestas paraxes e noutros tempos, dunha capela dedicada a Santo Tomé. Desde o Monte Aro o camiñante pode tomar o desvío da dereita pola paraxe denominada “Monte Vello”.
Neste treito de baixada que o levará á aldea de Lago, atopará un miradoiro construído polo Concello que, a modo de gran balconada de madeira, achégamos a grandiosidade do discorrer remansado do Xallas e a espectacular agrupación de montañas que limitan, ou máis cerca ou máis lonxe, as súas beiras.
Pola contra, se decide bordear o Monte Aro, o camiñante avanzará entre praderías e leiras de millo. No último tramo, antes de chegar á aldea referida, contemplará novamente val do río Xallas e o impresionante encoro da Fervenza. Os peregrinos algo mal informado dubidarán se están na beira do mar ante tan inmensa superficie líquida, máis parecida a un gran lago ou a unha ría que a un embalse.
O lugar de Lago noutros tempos, conxuntamente con Abeleiras (Vaos), pertencía ao Cabido da Catedral de Santiago e os seus veciños por traballar as terras tiñan que pagar unha renda anual a esta poderosa institución compostelá. Aínda, a día de hoxe, hai unha paraxe que denominan “O Cabildo” que nos lembra este feito. Nesta aldea atópase a Casa Xalleiro, con servizos de cafetería, comida e tenda para repoñer o corpo e as mochilas de todo o necesario. En breve abrirá o Albergue Monte Aro que completará sobradamente a oferta hostaleira neste tramo do itinerario.
Abandonamos Lago e collemos dirección á aldea de Abeleiroas. Como nos indica o seu nome, era un lugar con abundancia de abeleiras. Árbore pouco corrente nestes días e por estes pagos, pero en idades pretéritas debeu ser moi abundante xa que, non só esta aldea toma o seu nome deste feito, senón que tamén o fai a relativamente próxima de Abeleiras.
En Abeleiroas podemos observar ao bordo do camiño varios hórreos. Non son os primeiros nin serán os últimos que poderemos ver, xa que é unha das construcións tradicionais máis características de Galicia e lémbranos a importancia, no pasado pero tamén no presente, do cultivo do millo.
Neste camiñar tranquilo e cargado de curiosidade que nos impuxemos, o noso seguinte punto de interese é “A Cruz do Xirelo”. Unha paraxe de toxeiras e plantíos de piñeiros sinalado pola presenza dunha cruz de pedra. Erixida a principios do século XX, conmemora a morte inesperada dun veciño da aldea de Lago neste lugar.
A partir deste antigo recordatorio funerario empezamos a descender cara aos vales dos ríos Xallas e Mazaricos, deixando á nosa dereita “O Pedrouzo” que cos seus 402 metros é o punto máis alto da Costa de Corzón. Nesta elevación montañosa aflora en distintos lugares, coma se de excrecencias se tratase, a rocha viva, que parece estar a poxar por liberarse da capa terrestre e vexetal que envolve boa parte da súa superficie, para poder ver o sol e sentir os ventos amorosos do vendaval. Mentres avanzamos por unha das súas ladeiras, unha ampla perspectiva ábrese ante os nosos ollos. En profundidade de campo, limitando o horizonte polo Oeste, temos o macizo da Ruña. Nun plano medio podemos observar a confluencia dos vales que forman os ríos Beba, Mazaricos e Xallas, conformando todo o conxunto unha panorámica de gran calidade paisaxística. Ao final deste agradable descenso atopámonos coa igrexa de San Cristovo de Corzón.
O templo é unha sinxela construción dunha nave cuberta con armadura de madeira. Prolóngase nunha capela maior románica, coroada por bóveda de canón e na que se ingresa por un arco triunfal de medio punto apoiado en medias columnas. Exteriormente podemos resaltar a pureza da súa volumetría, realzada por unha moi coidada cantería e pola ausencia do clásico campanario, ao construírse a espadana afastada da igrexa, nunha posición máis elevada e máis idónea para a súa eficacia de convocatoria. Son moi interesantes os retablos, tanto os laterais de estilo barroco, como o maior, de formas neoclásicas. A imaxinería, basicamente do século XVIII, completa moi dignamente este interesante conxunto.
En fronte do adro parroquial temos o Campamento Corzón onde, ademais de ter sitio para montar tendas de campaña, se pode comer e descansar.
Despedímonos de Corzón e encamiñámonos á Ponteolveira. Estamos na confluencia dos ríos Mazaricos e Xallas. Terra de bos pastos, e ese precisamente é a orixe do nome de Busto, a aldea que se atopa á nosa dereita segundo avanzamos. Á beira da ponte que atravesa o río Mazaricos, inmediatamente antes de que entregue as súas augas ao Xallas, temos o muíño de auga de “O Mollón”. Un bo exemplo de arquitectura popular propiedade dos veciños dos arredores que aínda se atopa en funcionamento.
A Ponteolveira é unha pequena poboación moi ben conservada coas súas tradicionais casas de pedra, neste caso, rodeadas por unha frondosa vexetación moi propia das ribeiras fluviais. E é precisamente unha gran casa de pedra magnificamente restaurada, a que da cabida ao Albergue Ponte Olveira, o último establecemento hostaleiro que o camiñante atopará no noso Concello.
Neste pequeno núcleo, ata os anos cincuenta do século pasado celebrábase unha feira moi concorrida que se prolonga alén do río, no veciño concello de Dumbría. E chegamos á ponte da que toma o seu nome a aldea. Unha construción da Baixa Idade Media con algunhas intervencións posteriores, a máis drástica, que alterou grandemente o seu aspecto, en 1962. Esta ponte que atravesa o río Xallas está directamente relacionada coa historia de Mazaricos. Aquí tivo lugar no ano 1809 unha batalla librada polos nosos antepasados contra os exércitos de Napoleón durante a chamada “Guerra de Independencia”. Neste lugar de paso despídense os peregrinos, os viaxeiros ou os turistas do Axuntamento de Mazaricos para seguir o seu camiño en busca do “Finisterrae” de Europa. Nós desde aquí só queremos desexarlles que teñan unha boa viaxe e que non tarden en volver”.(Autor: Xesús Antonio Jurjo Lado)
Dejamos atrás Ponte Olveira y tras cruzar un arroyo por una senda llegamos hasta el embalse do Castrelo y desde allí iniciamos la subida que nos llevó por la montaña hasta un linéa aerogeneradores, el paisaje era increíble, montañas y más montañas. Allá abajo el rio Xallas que cruzamos al empezar la etapa, se veía aparecer y desaparecer pequeñito. Los montes cubiertos de vegetación verdes, marrones, amarillos de la flor del tojo, arboles floridos…y todo con lluvia, viento, granizo.
El autobús no podía llegar hasta el lugar que habíamos escogido para el final de la etapa y entonces acabamos un poco antes en un bar con albergue al lado de la carretera donde nos esperaba Ricardo con el coche.
Sellamos las credenciales, nos cambiamos de ropa y calzado nos hacía falta el agua había hecho destrozos en nosotros y la mayoría llegamos con el calzado lleno de agua, nuestros pies hacían plaf, plaf… a cada paso. Los calcetines hubo que retorcerlos para sacarles el agua. Pero estábamos contentos, nos sobró tiempo, nuestros pasos fueron rápidos y no corrimos pero casi.
Después de recuperarnos tomamos algo en el bar y avisamos a la señora de que el próximo sábado pararemos allí antes de iniciar la etapa. . Prometió hacernos un bizcocho. Siempre nos encontramos con personas maravillosas.
De allí salimos para a Picota en Mazaricos, en casa Jurjo nos esperaban para comer. Llegamos antes de tiempo pero todo estaba preparado y esperando por nosotros. A los pocos minutos estábamos sentados y comiendo.
Nos enteramos que en este mismo restaurante comió Adayeus en sus comienzos del Camino cuando se hizo por primera vez el Camino a Fisterra después de haber hecho el Camino Francés siguiendo la sugerencia del Profesor Gerardo de la Senior; entre Gerardo y los miembros de la directiva de Adayeus, si no fuese por ellos, tal vez nosotros no seguiríamos año tras año esta aventura del Camino.
Se dudó de volver a casa después de comer, algunos aun notaban el agua en sus ropas, pero al final se decidió seguir con el programa inicial y nos dirigimos al Ézaro. La lluvia por fin nos había dado una tregua y cuando llegamos a la base de la fervenza del Ézaro hasta el sol nos sonrió levemente y pudimos disfrutar durante poco más de una hora de la naturaleza que nos rodeaba, las montañas impresionantes, el río Xallas desembocando directamente en forma de cascada sobre el Atlántico después de recorrer más de 64 km desde su nacimiento en. Monte Castelo a 440 metros de altitud. La fervenza del Ézaro o cascada del Xallas como también se la conoce es uno de los lugares más espectaculares de Galicia.
No pudimos subir al mirador para contemplar desde arriba el salto, pero sí lo hicieron dos compañeros que nos pasaron unas fotos para compartir lo que desde allí se veía.
Aquí acabó nuestro día, pero podemos decir que la batalla que iniciamos a primeras horas de la mañana contra las inclemencias del tiempo la ganamos nosotros aunque quedásemos un poco tocados, salimos victoriosos; no como los antiguos habitantes de Mazaricos en su lucha contra los franceses en la batalla de Ponte Olveira.
Orgullosos, contentos y satisfechos.
.Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco
Fotos:
https://photos.app.goo.gl/mWeYyJw6eZaChmNp9
Etapa 4: Cornado – ABELEIROAS 13,00 Km
30-03-2019
Salimos de nuevo con un día prometedor, cielos despejados y temperatura casi, casi veraniega no propia de esta época,
Hoy debido a que cambiamos de carretera para ir al lugar donde terminamos el sábado pasado, ya iremos por la carretera de Finisterre. Suspendemos la recogida de compañeros en el área del Burgo y los habituales de esa parada se acercan a la parada de la fuente de las Pajaritas.
Aprovechamos el viaje para repartir la información del día, cobrar el importe de la comida como en todas las etapas.
Sin casi darnos cuenta llegamos al albergue de Vilaserio a poca distancia de donde comenzaremos la etapa.
En la cafetería creamos un pequeño tumulto porque no esperaban a cincuenta y tantos peregrinos a desayunar; Pero la verdad es que lo resolvieron muy bien y todos pudimos tomarnos el café y algo más a gusto, había un bizcocho con manzana que era demasiado y creo que acabamos con él.
Ya todos preparados y con energía renovada volvimos al autobús que nos acercó al punto de inicio.
En la hoja de la ruta que llevamos nos indica que podemos encontrar con zonas de mucha agua, pero tenemos suerte y está todo sequito y primaveral, todo en flor y p praderas verdes.
Al comenzar a andar nos cruzamos por una pequeña aldea con un rebaño de vacas, entre ellas y nosotros llenamos la pista. Las vacas ni se inmutan al vernos y nosotros tenemos que separarnos para que ellas sigan. ¡Que caras más bonitas tienen! Algún vegano que me lea me diría “como pueden gustarte, verlas bonitas y comértelas” yo me lo pregunto también…
Caminamos entre pistas agrícolas, maíz, hierba para forraje. Las vistas eran extensas con prados, zonas de pequeños bosques y mucho ganado.
Sin darnos cuenta llegamos hasta el puente sobre el río Maroñas, aguas cristalinas sobre lecho de arena invitaba al baño o al menos a remojar los pies, pero no hicimos nada de eso, continuamos el camino, ya pisábamos tierra de Mazaricos y por una pista vecinal llegamos a Santa Mariña y un poco más adelante cruzamos uno de los puntos negros de esta etapa, la carretera AC-400, con gran precaución lo hicimos y llegamos al albergue Santa Mariña, nos esperaba el autobús para recoger a los que ya no podían seguir.
Seguimos los demás y comenzamos a subir hasta Bon Xesús, Gueima y tras subir un buen repecho hasta Vilar do Castro.
En todo el camino íbamos encontrando hórreos de piedras a cada cual más bonito. Pero sentimos pena, porque muchas veces a su lado una construcción de cemento, o un cartel anunciando albergues, restaurantes, publicidad… ¿cómo se puede permitir poner al lado de algo que son edificaciones históricas protegidas, esperpentos tales? se debía cuidar lo nuestro dándole el valor que tiene.
Llegamos a Vilar do Castro y aquí nos encontramos con dos posibilidades: si la travesía por el Monte Aro se ha recuperado, señalizado y está abierta al paso, atravesaremos la montaña y si no utilizaríamos un desvío.
Por suerte pudimos utilizar la primera opción; los que nos precedían ya nos habían dicho que estaba abierta y que ellos ya estaban caminando por ella. Al llegar al cruce la imagen era una pista que nos llevaría hasta lo alto del castro, empezamos a subir sin prisas, allà abajo vimos un coche que quería subir y que tuvo que dejarse caer para coger fuerza y arrancar hasta la cima. Nos separamos para que pudiese pasar y esperamos unos minutos para que se apoyase todo la nube de polvo que había levantado.
Llegando casi a la cima un pequeño mirador con bancos invitaba a descansar y vaya si lo hicimos aunque por poco tiempo, ya que el espectáculo del paisaje nos hizo olvidar de repente el cansancio del esfuerzo acabado de realizar.
Todo lo que podíamos abarcar con nuestros ojos era impresionante, allá abajo, prados bosques, a lo lejos molinos eólicos, pero había algo más ¿el mar? ¿una ría?, nada de eso, lo que veíamos era el Embalse de la Fervenza, un gran lago artificial.
Poco después un vecino nos dijo que si hubiésemos escogido la otra opción nos habriamos ahorrado 2 km, pero nosotros después de ver lo que vimos volveríamos a hacerlo. Mereció la pena.
La semana pasada tratamos de llegar al Embalse y no pudimos; hoy el Camino nos lo mostraba desde la altura.
Continuamos por la carretera vecinal los mojones del camino esta vez nos llevaban montaña abajo y el embalse nos acompañaba desde la lejanía y andando andando nos encontramos con la indicación hasta Lago donde se encuentra Casa Xalleiro un albergue regentado por unos chicos encantadores y que la casualidad nos puso en contacto antes de realizar la etapa y que nos invitaron a conocer su albergue y ya que nosotros no pernoctamos al hacer las etapas de sábado en sábado, si pedimos que nos diesen de comer.
Abrieron el local para nosotros, si no lo harían unos días después. Estuvieron en contacto con nosotros para asegurarse de tener todo listo cuando llegásemos.
Fue perfecto, la comida buenísima y aún tuvieron el detalle de prepararnos otro postre para tomar con el café, un buenísimo pan de huevo.
Lo que pensamos que podría ser un inconveniente no lo fue. El comedor-cafetería no es muy grande, pero tiene una terraza cubierta a la misma altura y aunque separados por el cristal de los ventanales nos veíamos.
Fue un acierto escoger este sitio para comer, tenemos muchísimas suerte con los sitios que encontramos. Casa Xalleiro (Lorena, chicos) muchas gracias por vuestro recibimiento y atenciones.
Por la tarde nos aguardaba Vimianzo y hasta allí nos fuimos a visitar el Castillo de Vimianzo.
En un principio nos dijeron que la visita era libre y suponiendo que de todas formas habría información entramos en el castillo y encontramos un grupo reducido de personas con una guía. Al preguntar si nos podíamos unir, la respuesta fue afirmativa y que para eso estaba, así que algunos la seguimos mientras otros continuaban la visita por libre.
Aquí os dejo una breve historia del castillo:
“El denominado Castillo de los Moscoso se encuentra en la misma villa de Vimianzo, dominando gran parte del valle de la misma localidad. También se le conoce como Castillo de Vimianzo y Torres de los Martelo. Esta fortaleza es un claro ejemplo de conservación de edificaciones históricas que gracias a diversos organismos se mantiene actualmente en un estado de conservación excelente.
De planta octogonal, presenta cuatro torres y un patio de armas. Se conservan varias dependencias que servían para albergue de la guarnición y de la servidumbre. Un gran foso rodea todo el castillo. En sus orígenes pertenecía a una de las familias más poderosas de la región: los Traba. Posteriormente, en siglo XIV, una rama familiar llamada los Moscoso, hizo de este castillo su bastión.
No se puede concretar la fecha de la construcción, pero por sus características constructivas, lo más seguro es que date del siglo XIII. Se cree que la construcción primitiva pudo ser construida por los Mariño Lobeira.
Dado que el castillo sufrió importantísimas transformaciones durante los siglos, de esta construcción original no queda casi nada. De todas formas en el patio de armas se puede apreciar los restos de una antigua torre y de un horno de pan.
Aquí, en el siglo XV, estuvo encarcelado el mismo obispo de Santiago, Alonso II de Fonseca. Durante las guerras irmandiñas, en el año 1467, el castillo, como muchas otras fortalezas gallegas, fue derribada, para después volver a ser reedificada por y para el mismo obispo que estuvo en sus calabozos. De todas formas, poco después, los Moscoso, lograron recuperar el castillo.
También el mismo Pedro Madruga utilizó la fortaleza para encarcelar a otro obispo, el de Tui, llamado Diego de Muros. Hasta el siglo XIX el castillo fue cabeza de jurisdicción de una gran tierra, que abarcaba las comarcas de Soneira, Bergantiños y la Costa da Morte.
En este siglo fueron suprimidas las leyes feudales y sus propietarios, que seguían siendo los Moscoso, lo vendieron a la familia Martelo, quién acometieron labores de reconstrucción, pues su estado era lamentable.
Después fue la mitra compostelana quién lo poseyó, hasta que fue adquirido por la Diputación y convertido en museo de las tierras de Soneira.
Muy cerca del castillo, en la carretera de Camariñas, se encuentra el hermoso Pazo de Trasariz, donde destacan los arcos de medio punto del patio. Además tiene capilla propia y unos bonitos jardines. Es del siglo XVII y es de estilo barroco.
En el año 1949, la fortaleza de Vimianzo, fue protegida como monumento histórico-artístico. Hoy en día alberga un museo sobre artesanía popular de las tierras de Soneira. Digno de agradecer es que está abierto prácticamente todo el año y puede ser visitado gratuitamente”
La jornada tocaba a su fin y con algo de pena porque habíamos disfrutado de un maravilloso día, nos fuimos dirigiendo al autobús que nos esperaba a pocos metros.
Aún tuvimos el tiempo de viaje de retorno, para comentar las incidencias del día, intercambiar fotos. No queremos perder nada.
Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco
Etapa 3: – Zas – Cornado 12,00 Km
23-03-2019
¡Y ya vamos por la tercera! Como cada día amanece más temprano, salimos de casa y el sol ya brilla saliendo por el Este, pero curiosamente todavía podemos ver la luna que se va hacia el Oeste, un efecto curioso del que a veces no nos damos cuenta.
Cuando llegué a la primera parada (en el CUR) no había llegado el autobús, ni ninguno de los compañeros; pero en pocos minutos los vi llegar a todos por distintos sitios y Ricardo con el autobús acercándose también.
Comprobamos que no faltaba nadie y salimos a recoger a todos los demás en las siguientes paradas.
Ya todos reunidos en el área de servicio del Burgo salimos en dirección a Negreira donde íbamos a parar para la parada técnica ya que en Zas no hay ninguna cafetería para hacerlo.
Creíamos que en Negreira no habría problema, pero casi nos pasa lo mismo, era poco más de las nueve de la mañana y nos costó encontrar algo abierto. Desde Negreira seguimos hasta San Mamede de Zas, punto de inicio de la etapa para nosotros.
Dejamos la carretera para atravesar la aldea y nos encontramos por un sendero con muros de piedra sobre piedra a cada lado y vegetación variada y ambundante. Los árboles proyectaban su sombra sobre nosotros y filtraban la luz del sol.
Un tramo realmente bonito, con subidas y bajadas hasta la parroquia de San Martiño de Broño, iglesia del siglo XVIII y un crucero precioso cerca.
Estábamos llegando a la parada intermedia donde algunos de nuestros compañeros iban a subirse al autobús, pero la despedida fue una pequeña subida y como remate debíamos subir una escalinata rustica, desigual, con troncos de árbol y relleno de piedra y tierra hasta donde nos esperaba el coche al otro lado del albergue A Pena. El paso era privado y la señora del bar nos puso mala cara, aunque al final la cambió un poco al comprobar que gracias a nosotros había tenido varias consumiciones (no debe tratar así a los peregrinos, porque de ellos vive).
Continuamos la ruta los demás, me repito pero tengo que destacar que el buen tiempo se nota y las flores aparecen por todos los rincones, los árboles están floridos y por el campo, narcisos, violetas, fresas silvestres, tojos, xestas… todo está florido y entre bosques de pinos, eucaliptos, prados… una visión rural totalmente. Nos dio pena ver como estaban talando pinos en grandes extensiones de terreno; supuestamente para convertir en praderías para el ganado.
Me pregunto, ¿por qué no se les obliga a mantener árboles en el contorno de los prados? Sería un beneficio para todos, para el ganado, para los habitantes de la zona y para el medio ambiente.
A la salida de Cornovo, tras el cruce a Golgar y Xallas, dejamos otra la vez el asfalto y llegamos a una pequeña pasarela de troncos que salva un pequeño regato, Forxán, recorrimos el paraje de Altiño de Cotón otra vez entre vegetación exultante, pero lo bueno se acaba y nos esperaba un tramo de asfalto prácticamente hasta el final. En el horizonte podíamos ver los molinos eólicos en las zonas altas.
En Vilaserio hay otro albergue y allí nos esperaban todos los que nos adelantaron. El lugar muy acogedor con mesas y zona infantil y como los mayores llevamos “un niño interior” alguno de ellos se quiso columpiar, había que aprovechar, ja, ja…
Desde allí por carretera procurando ir en fila india (con precaución por si aparecía algún automóvil de frente), llegamos hasta Cornado última población del Concello de Negreira.
Teníamos reservado para comer en “O Verxel” Mazarícos, en unos minutos llegamos.
Siempre que llegamos al restaurante, formamos un pequeño revuelo, coger sitio, ir al servicio…pero pronto estamos todos sentados, un poco apretados eso sí, de lo único que nos podemos quejar.
El trato fue muy bueno nos dieron mucho más de lo acordado todo muy abundante. Hacía calor y nos tomamos una ensaladilla rusa riquísima y de segundo jamón asado con patatas fritas, muy rico también, a eso le añadimos bebidas postre y café o infusiones, ¡fenomenal!, lo recomendamos.
Para después de comer teníamos previsto dos visitas de naturaleza y nos fuimos hasta la Fervenza de Santa Leocadia en Mazaricos. La carretera muy estrecha y con muchas curvas, menos mal que Ricardo, el chofer, es un hábil conductor y nos llevó sin problema.
Tuvimos que bajar del autobús a unos metros de la fervenza y por la carretera llegamos a una pequeña explanada con una ermita “Santa Leocadia”.
En Mazaricos se encuentran cuatro fervenzas, Chacin, do Firvado, Noveira y la que fuimos a ver Santa Leocadia.
El Río Nosiño antes de desembocar en el Rio Tins se precipita por un desfiladero entre montañas, creando las Fervenzas de Santa Leocadia en honor a la ermita que hay a la entrada de las mismas.
Lo que en combinación con el paisaje que la rodea genera un ambiente de paz y tranquilidad.
La fervenza principal tiene dos brazos de agua que cae desde una altura de 6 metros. Se podría seguir río arriba, pero el terreno es muy difícil y con mucha vegetación, igual no apropiado para nosotros.
Sacamos un montón de fotos y videos que podréis ver en el álbum de fotos de la etapa.
Después de la fervenza, teníamos pensado acercarnos al embalse de la Fervenza. Fue construido en 1966 y su extensión abarca más de 1250 Ha comprendiendo los concellos de Dumbria, Mazaricos, Vimianzo y Zas. Su construcción cambió la vida de los habitantes de estas comarcas por la superficie que anegó; pero hoy aparte que se utiliza para la producción hidroeléctrica, se convirtió en un espacio natural que ha atraído a aves acuáticas por las características de ecosistema para alimentarse de peces en sus aguas. Se pueden practicar deportes acuaticos… cerca también hay un área recreativa propia para una jornada al aire libre en plena naturaleza.
Nos lo prometíamos felices, pero hubo un fallo, el acceso al embalse desde donde estábamos no era apto para autobuses y no nos fue posible llegar. Tendría que haberme informado bien por dónde ir.
Así que con pena no pudimos verlo, pero creo que más de uno, nos quedamos con la idea de ir hasta allí algún día y conocerlo.
Nos volvimos para Coruña cambiando de ruta y volviendo por Carballo en lugar de dirección Santiago por donde vinimos que ya a más distancia. A partir de ahora volveremos por la carretera de Carballo
Fuè una etapa muy bonita, con un tiempos increible y creo poder decir que nos lo pasamos muy bien.
Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco
Vocalía del Camino
Fotos:
https://photos.app.goo.gl/NQLDpcwPXHtXBu6f8
Etapa 2: Aguapesada – Zas 12,60 Km
16-03-2019
Esta mañana salimos de casa; era muy distinta a la semana pasada, esperábamos lluvia y la temperatura más baja, el servicio meteorológico no nos prometía nada bueno, pero despertamos con un día despejado y sin nubes.
Poco antes de las 8 llegó Ricardo con el autobús. Ricardo “Richi” o el “Gran Manolo” como les llaman los peques del transporte escolar, es el conductor que más veces nos ha acompañado en los últimos caminos y ya lo consideramos como uno de los nuestros. A las 8 salimos del Cur y recorrimos las sucesivas paradas recogiendo a todos nuestros compañeros.
A partir del área de Servicio del Burgo ya continuamos en dirección a Aguapesada donde terminamos la etapa anterior.
En el lugar sólo hay una cafetería/bar que como sabían que íbamos a ir, (se lo dijimos el sábado pasado) abrió antes por nosotros y pudimos desayunar y hasta tomar un rica tortilla todavía calentita.
El primero km y medio de la etapa nos ofrecía una dura subida y algunos compañeros siguieron en el autobús para unirse a los demás un poco más adelante.
Los que quedamos empezamos la subida unos muy ligeros pronto nos perdieron de vista y los de la cola tras nuestros compañeros, hicimos la subida de Mar de Ovellas que sigue la traza del Camino Real. Las guías del camino aconsejan a los ciclistas que suban por la carretera. De todas formas es una zona preciosa por un sendero entre robles. Nos encontramos con varios bancos de piedra que te invitan a descansar. Debo decir que a nosotros no nos hizo falta y cuando nos dimos cuenta, coronamos el alto de Mar de Ovellas.
Entramos en la parroquia de Trasmonte de Ames y atravesamos los lugares de Reino y Burgueiro y nos encontramos con el río Tambre que separa en dos el núcleo de Ponte Maceira, haciendo frontera entre los Concellos de Ames y Negreira.
En otros caminos nos hemos acercado a disfrutar de este hermoso lugar y siempre veíamos a los peregrinos que cruzaban el puente hacia el Fin del Mundo para finalizar su peregrinación a Compostela, e incluso aprovechamos la tarde de la etapa anterior para acercarnos de nuevo a Ponte Maceira y pasear por el entorno y gravar con nuestras cámaras todo lo que se ponía a nuestro alcance; así que hoy cruzamos el puente como peregrinos con nuestra meta puesta en Fisterre y Muxia.
Después de Ponte Maceira tomamos un sendero árbolado que nos llevó a seguir el curso del rio durante un buen trecho hasta pasar Barca y subiendo un poco Chancela y un pazo Casa do Capitan.
Paso a paso nos acercamos a Negreira y nos encontramos con el Pazo de Cotón. El símbolo y monumento más emblemático de Negreira es el Pazo de Cotón, de donde fue originario el trovador medieval Afonso Eanes de Cotón. Este conjunto se sitúa en el centro de la localidad y atraviesa la actual Carreira de San Mauro, antiguo Camino Real, una calle que también deberán recorrer los peregrinos. Los caminantes pasarán así por debajo de una de sus arcadas, un hecho significativo y casi único en las distintas rutas jacobeas.
El pazo conserva actualmente el aspecto de fortaleza medieval que fue en su tiempo.
Además, es también uno de los lugares emblemáticos de la ruta que discurre por sendas del antiguo Camino Real a Fisterre, en un entorno natural de gran belleza, puesto que el pazo está rodeado de hermosos jardines en los que podemos ver especies de alto interés botánico y ornamental, con plantaciones de camelias, bosque y plantación, también, de uva albariña.
Preguntamos si se podía visitar, pero no, es privado y no lo dejan visitar.
Unida al pazo está la capilla de San Mauro y pasando bajo el arco que une el pazo a la capilla continuamos nuestro camino. Cruzamos el río Barcala, afluente del Tambre y ascendiendo llegamos a una pequeña aldea Negreiroa con casas de piedra y la iglesia de San Julián del XVIII.
Ya nos quedaba poco y seguimos ascendiendo por un bosque de hoja caduca hacia el alto da Cruz, una subida preciosa alfombrada de hojas de carballo y eucalipto. La primavera se asoma por todos lados, narcisos, violetas…
Si dirigíamos nuestros ojos a la derecha veíamos allá abajo la población de Negreira. Al poco salimos a la carretera y a escasos 600 metros nos esperaba el autobús, habíamos llegado al final de la etapa “San Mamede de Zas”
No pudimos sellar las credenciales, en la tienda/bar que había, no tenían sello.
Era muy tarde ya y con media hora de retraso nos fuimos a Santiago. Comimos de nuevo en la Hospedería de San Martín Pinario y pagamos el retraso, la comida estaba así, así…
Por la tarde teníamos una visita muy especial que ya la íbamos a hacer cuando hicimos el Camino Inglés, pero ese sábado llovió tanto que tuvimos que suspenderla y la aplazamos para ahora.
A las cuatro y media nos esperaba nuestro guía super especial: Juan Segade experto en las gárgolas de Santiago, en la historia de la ciudad de Compostela y en muchas cosas mas
Juan nos llevó por los entornos de la catedral hasta llegar a la alameda. A los santiagueses se les conoce como “picheleiros” por el pichel de las chocolateras y las gárgolas también tienen picheles.
Nos mostró alquerques, una especie de tableros con agujeros grabados en las piedras utilizados para jugar en la antiguedad..
Gárgolas de: Manticora, Simio, Aspid, Dragón, Sirena, Priapo, Grifos, del Pez Sierra, Catablepon, Lammasus.
He encontrado una entrevista que le hizo La Voz de Galicia a Juan y os comparto el enlace, será como volver a revivir la tarde del sábado.
https://www.lavozdegalicia.es/…/guar…/0003_201804S1C6993.htm
El broche de la tarde fue ir hasta la alameda al lado de la estatua de “Las 2 Marías” que algunos de nosotros aún recordamos paseando por Santiago.
“Siempre maquilladas y arregladas como de fiesta, ‘las dos en punto’ eran inasequibles al desaliento
Hijas de un zapatero, formaban parte de una familia obrera de once hermanos, tres de los cuales integraban el movimiento anarquista de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Con el estallido de la guerra, uno de ellos fue asesinado y los otros dos consiguieron huir. La pesadilla para Coralia y Maruxa comenzó cuando los falangistas trataron de utilizar a la familia para averiguar el paradero de ambos.
Después de la guerra, Corelia y Maruxa pasaron a vivir prácticamente de la caridad, tras ser despreciadas por los que eran sus clientes…
Sin embargo sus vecinos se encargaron de ayudarlas y se convirtieron en algo emblemático para Santiago.
La temperatura, había bajado muchísimo y el frio nos calaba los huesos. Juan nos acompañó hasta el aparcamiento Juan XXIII, donde nos recogería el autobús. Ya eran las siete de la tarde pero por el camino aún paramos unos minutos para contemplar la Catedral de Santiago desde la Alameda bajo los últimos rayos del sol y sacar las últimas fotos
Con frio terminó la tarde y nos volvimos para casa.
Muchas gracias Juan por la buena tarde que pasamos escuchándote y aprendiendo tantas cosas de ti. A partir de ahora cuando levantemos nuestra mirada a los edificios veremos algo más que piedras, veremos a los guardianas de la ciudad contemplándonos desde las alturas.
Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco (Vocalía del Camino)
Etapa 1: Santiago – Aguapesada 11,70 Km
09-03-2019
Ya hemos pasado los carnavales, fecha que siempre precede al comienzo del Camino, así que hoy día 9 de marzo, nos levantamos inquietos por lo que nos encontraremos esta vez, pero convencidísimos de que como siempre al terminar el día, nos sentiremos contentos y relajados; aunque alguna vez también cansados y un poco magullados, pero no por eso renunciamos a los km a recorrer en compañía de parte de la Senior.
Se han incorporado nuevos compañeros y otros no nos pueden acompañar esta vez, pero nos seguirán seguro a través de las redes y revivirán vivencias, al vernos andar por los senderos de nuestra Galicia que siempre nos sorprende con rincones maravillosos.
Ya todos en el autobús, realizamos la presentación, los pasos que vamos a seguir repartimos los impresos de la ruta y el programa del día, recaudamos el dinero de la comida y allà vamos.
Vamos a hacer el “Epilogo del Camino de Santiago hacía el fin del mundo”; o “Camino de Fisterre – Muxia”.
Cuando terminas el camino, algo dentro de ti pide que continúes que te llegues hasta el mar, hasta el Océano Atlántico, pero este camino ya existía mucho antes de la llegada del Apostol y después de este suceso se cristianizó este trazado cambiando la nomenclatura pagana por cristiana tratando de borrar todo lo anterior.
A pesar de todo ello, nadie puede restar importancia histórica a la singularidad geográfica de Touriñan y del Cabo de Finisterre que atrajo durante siglos la atención de muchísimas personas que acudían al lugar.
Según cuenta la tradición en este monte los romanos encontraron un altar al sol (Ara Solis) construido ahí por los pueblos de origen celta que habitaron estas tierras antes de la romanización y en este monte se encuentran los restos arqueológicos de Vilar Vello que aún no han sido excavados ni estudiados, así como la ermita de San Guillermo muy relacionada con la cristianización de unos lugares paganos destinados a los ritos de la fertilidad.
Llegamos a Santiago y antes de emprender la etapa nos distribuimos por distintos sitios para la parada técnica, quedando citados delante del Hostal de los Reyes Católicos.
Se nos hace un poco raro salir del Obradoiro, lugar final de todos los caminos. Nos hacemos la foto de grupo con la catedral detrás de nosotros y por primera vez en los últimos años sin andamios.
El día está muy gris, pero no llueve y la temperatura es buena, comenzamos a andar por la rúa das Hortas entre el Hostal de los Reyes Católicos y el pazo de Raxoi y descendemos al lado de la iglesia de San Fructuoso. En esta zona se repite un nombre “Hortas”, posiblemente hace muchos años, incluso cuando Santiago de Compostela aún era Aseconia, estos lugares estuviesen dedicados a huertas.
Creíamos que el principio de la etapa sería de cemento, pero a pesar de que transcurre entre calles, estrechas, antiguas, pronto llegamos a la carballeira de San Lourenzo, y al primer mojón que nos indica a la distancia que estamos de Fisterre y Muxia.
Continuamos hasta Ponte Sarela descendiendo hasta llegar al río. El paisaje nos habla de la primavera con los árboles en flor y al poco nos encontramos con las ruinas de una antigua fábrica de curtidos, cubiertas por las hiedras. Fue muy hermoso encontrar este paisaje a pocos metros de la catedral (1,5 Km) un paseo y ya estábamos en plena naturaleza. Por un camino de tierra y bajo eucaliptos seguimos caminando.
De este tramo habla Manuel Vilar, en su libro “El Camino al fin de la Tierra” relata que un vecino octogenario le contó que este camino lo utilizaban las lecheras de Vilastro para ir a vender a Santiago.
Una vecina de la zona nos acompañó parte del camino orgullosa de su aldea, y no es para menos. El camino siguió subiendo por una pista pedregosa, pero bonita, entre árboles y sin darnos cuenta poco a poco y cada uno a su ritmo pero bastante agrupados llegamos a Quintáns un lugar con casas de muchos colores y un excelente mirador sobre el valle.
En Quintáns, esperaba el autobús para aquellos que lo necesitasen (7 km) y los demás seguimos el camino y por una pista asfaltada llegamos al río Roxos que cruzamos por un puente medieval. Lugar apropiado para descansar, hay mesas con bancos cerca del río.
Salimos del concello de Santiago para entrar en el de Ames y desde aquí en poco tiempo o así nos lo pareció llegamos a Aguapesada. Por suerte había un bar y pudimos sellar las credenciales con el fin de etapa y tomarnos algo, íbamos muy bien de tiempo.
A pesar de que el perfil de la etapa era con muchos picos de subidas y bajadas, no lo notamos.
Ya todos reunidos nos fuimos a Bertamtirans en el autobús al restaurante “A Galerna”. Nos gustó mucho el sitio, la atención buenísima y la comida todavía aún mejor.
Disfrutamos de la comida con tiempo, sin prisas, las caras sonrientes, satisfacción, buen rollo. Nos comimos un revuelto de setas con jamón, carrilleras de ternera con patatas y un surtido de tartas caseras para chuparse los dedos. Casi nos hace falta hacer otra etapa para una buena digestión.
Pero en lugar de otra etapa, nos fuimos hasta “Ponte Maceira” o también llamado “A Ponte Vella” sobre el río Tambre que separa los concellos de Ames y Negreira, que según cuentan, sus orígenes fueron romanos. Sobre los antiguos pilares fue construido otro puente entre los siglos XIII-XIV por petición de la Mitra Compostelana. Siglos después, en el XVIII, fue nuevamente reformado. Consta de cinco arcos de sillería y otros dos de pequeño tamaño y la bóveda del arco central es ojival. El ancho de la vía tiene casi tres metros.
En este lugar tuvo lugar la batalla entre los hombres del Arzobispo Gelmírez y las huestes de uno de los más feroces feudales gallegos, Pedro Froilaz, ayo del rey, acompañado de sus hijos Bermudo y Fernando Pérez de Trava
Ponte Maceira es espectacular, un río impresionante, molinos de río, donde pudimos ver una losa de piedra en su piso con una estrella de David labrada. ¿De dónde vino esta losa? ¿Tal vez de la población de los judíos residentes en Aseconia o la hoy conocida como Santiago de Compostela?http://xacopedia.com/Ponte_Maceira_A Os dejo un enlace donde podréis leer algo más sobre este lugar.
Allí pasamos un buen rato recorriendo todo, sacando fotos y embriagándonos de la naturaleza que nos rodeaba. Lo podréis ver en el álbum de fotos de la etapa-
Pasaremos por aquí y cruzaremos A Ponte Vella o Ponte Maceira el próximo sábado, pero no podremos detenernos mucho, por eso hemos venido hoy.
Y hasta aquí llegamos, volvimos al autobús y de vuelta a casa con las pilas cargadas de energía. Bien venidos a todos por participar con nosotros en el Camino.
Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco
Vocalía del Camino
Fotos:
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Camino Inglés (ruta del faro)
El tiempo avanza sin parar y semana tras semana fuimos haciendo todas las etapas del Camino Inglés. Hemos tenido lluvias, fríos, vientos y también la naturaleza nos regaló un día entre los siete de sol, calorcito suave, etapas fáciles, etapas muy duras, unos caminos maravillosos, con bosques, vegetación, multitud de setas y todo tipo de frutos del otoño, castañas, nueces, manzanas, personas maravillosas con las que nos fuimos encontrando.
Restaurantes donde nos trataron con cariño y nos sirvieron comidas que siempre nos gustaban.
Un grupo fantástico que iniciamos la aventura de un Camino nuevo. Algunos veteranos que ya nos conocíamos y otros que unieron sus pasos a los nuestros por primera vez y fueron suficientes unas pocas horas para que la confianza, la compresión, el compañerismo y la amistad, empezasen a surgir entre todos.
Cada uno vamos a nuestro ritmo, comenzábamos a caminar casi juntos pero pronto una serpiente de peregrinos multicolor se va estirando y rompiendo por tramos. Los más rápidos, pronto toman la delantera y claro llegan siempre los primeros y con mucho tiempo de ventaja a la meta; les tocaba esperar y esto muchas veces no sienta bien, al pararse uno se enfría. Van llegando los del medio y siempre de últimos los de la cola. Todos llegan a tiempo porque siempre o con pocos minutos de adelanto estamos todos reunidos a la hora punta de finalizar la etapa.
Al principio es un lío, pero al final todos comprendemos que cada uno tiene su ritmo de marcha.
Este sábado todo cambia. Nos quedan pocos km de recorrido, ya no volveremos al autobús hasta la tarde y salimos todos después de la parada técnica en la cafetería Polígono del Tambre, un poco más larga que de costumbre
Teníamos la esperanza de que la lluvia nos respetase, pero, un pero… una lluvia muy finita llegó para acompañarnos prácticamente todo el día.
A estas alturas ni agua, ni viento, ni mal tiempo pueden con nosotros y nos pusimos en marcha, cruzamos el polígono y al dejar este prácticamente ya estábamos en las afueras de Santiago, rúa do Tambre, rúa do Rio, Camiño dos Vilares y ya vemos las torres de la Catedral.
Paramos en la Capilla de San Cayetano, estaba abierta y el sacerdote nos selló las credenciales del camino por última vez, la próxima ya será en la Oficina del Peregrino.
Siguiendo las indicaciones del Sacerdote llegamos a la avenida de Juan XXIII, Rúa dos Basquiños, Porta de Pena, Plaza de San Martín Pinario, Plaza de la Inmaculada y por la puerta Norte de la Catedral, la puerta por donde entraban los peregrinos del Camino Francés y los del Camino Inglés.
Esta puerta últimamente es de salida, pero hoy la pudimos utilizar nosotros también para entrar, debimos de alcanzar el nivel de iniciados.
Al acceder a la catedral a nuestra izquierda, está la capilla de la Corticela (Parroquia de Nuestra Señora de la Antigua) o parroquia de los peregrinos. Una preciosa capilla prerrománica anterior a la Catedral.
No había mucha gente en la iglesia, unos pocos peregrinos a parte de nosotros. Llegamos unos minutos antes de la misa del peregrino, pero la tranquilidad era total, el característico bullicio de la multitud esta vez no lo sentimos.
La catedral estaba engalanada para la Navidad, flores rojas y blancas en el Altar y estaban acabando de colocar en el brazo derecho de la iglesia un precioso nacimiento.
Al lado del altar ya nos esperaba nuestro compañero Paco para realizar su lectura durante la homilía.
No funcionó el Botafumeiro hoy, nombraron a muy pocos peregrinos, a nosotros no, después supimos por qué. En estas fechas llegan muy pocos y en la oficina del peregrino hay pocos voluntarios y otros están de vacaciones, está todo ralentizado y no comunicaron nuestra llegada. Por la tarde después de comer recogimos nuestras Compostelas
Volvimos a comer a San Martín Pinario, como la semana pasada. Con calma, alegría y también un poco de tristeza porque casi habíamos terminado y ya no esperamos con ilusión la cita del próximo sábado, pero en la mente de todos está el próximo camino y desde aquí salimos para realizar una ruta sobre los Símbolos Secretos de Santiago.
Llenos del espíritu del Camino seguimos a nuestros guías Carlos y Juan que nos van a trasladar a la antigua Aseconia, como se llamaba entonces lo que hoy conocemos como Santiago de Compostela.
Escogí esta última visita para la última etapa porque pensé que era un broche de oro para el fin del Camino.
Comparto con todos vosotros parte del texto que aparece en el Blog de Carlos Sánchez-Campaña y donde podréis encontrar también otras entradas igual de interesante que la que hoy hemos realizado. www.eltablerodepiedra.com
“EVENTO “SÍMBOLOS SECRETOS DE SANTIAGO DE COMPOSTELA”
CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
La historia de Santiago de Compostela se remonta a la prehistoria, la cultura castreña, la llegada de los romanos y, como punto de inflexión, el encuentro del supuesto enterramiento del Apóstol Santiago. A partir de ese momento la ciudad se conformará en torno al centro de poder representado por el arzobispo de Santiago y su representación física, la Catedral.
El Camino de Santiago marcó desde entonces el devenir de la ciudad convirtiéndola en una de las principales capitales europeas. La peregrinación es una práctica tan antigua como el hombre mismo, pero siempre de carácter espiritual y religioso. Peregrinar a Santiago de Compostela es en sí mismo, uno de los principales símbolos europeos común a todas las naciones.
¿QUÉ VAS A APRENDER?
Vamos a conocer algunos de los principales elementos simbólicos presentes en la ciudad, en sus calles, edificios y toponimia, y así recuperar el lenguaje antiguo que nos habla del sentido original de la peregrinación a Galicia, hasta el Fin del Mundo conocido.
El peregrino se caracteriza por poner en acción un símbolo. El símbolo es el lenguaje propio de lo inefable; de aquello para cuya expresión el lenguaje hablado es insuficiente o carece de la fuerza que lo explique en plenitud. Nos encontramos asistiendo a un proceso calculado para cambiar el sentido de algunos de los símbolos más antiguos e importantes de Europa: la peregrinación a tierras de Galicia, a la Catedral de Santiago de Compostela.
La modificación del antiguo rito de los peregrinos vigente durante siglos, y la ocultación de algunos elementos claves que soportan dicho ritual, atiende a razones no explicadas por sus responsables, pero que permiten comprender que la tradición de los peregrinos se puede perder para las futuras generaciones. Así que os proponemos vivir la ciudad tal como fue “compuesta” en su fundación. En definitiva, a través de la ruta que seguiremos y la lectura de los símbolos secretos que permanecen en la ciudad de Santiago de Compostela podremos llevarnos con nosotros el sentido original de peregrinaje a Compostela, a Galicia.
RESUMEN DEL ITINERARIO
Nuestro itinerario parte en la Plaza da Quintana nº1, el lugar donde mejor se puede comprender el sentido del viaje hasta Compostela. Desde allí rodearemos la Catedral descifrando los símbolos que permanecen en los edificios, las calles y las tradiciones de la ciudad. Recordaremos la visita del interior del templo, reconociendo los ritos antiguos y su significado. Por último realizaremos el último tramo del Camino, para recuperar lo que la ciudad ofrece a los peregrinos y su secreto lenguaje de símbolos iniciáticos.
Guías: Carlos Sánchez-Montaña. Arquitecto. Juan Segade. Guía turístico especializado.
Acabamos la visita ya de noche, las calles mojadas, nosotros con el alma sobrecogida por todo lo que acabábamos de escuchar, deseosos de conocer más y más cosas, porque nos dimos cuenta de lo poquito que sabemos.
Las calles con poca gente, las luces reflejadas en las losas de piedra mojadas, los adornos de navidad decorando las fachadas, las fuentes…
Queda pendiente una visita a Santiago de noche, con sus calles mojadas, sus reflejos, el jolgorio de los universitarios y las ganas de vivir de los “universitarios senior”
Juan el guía, nos acompañó hasta el autobús. No volvimos a Juan XXIII, salimos da Virxe da Cerca.
Muchísimas gracias Juan/ Carlos la ruta nos ha encantado una vez más y a pesar de que algunos conocíamos esta ruta seguimos aprendiendo cosas, Es fantástica y la recomendamos mucho, mucho. Sois una fuente de sabiduría.
Gracias a todos compañeros, en nombre de Roberto, Luis y en el mío propio. Os habéis portado todo el Camino como si fueseis uno solo. Gracias por vuestros regalos, os lo hemos dicho siempre “el mejor regalo que recibimos todos los días es que nos sigáis en nuestra locura del camino, sábado tras sábado, dejando vuestras familias y contando a todos lo bien que lo pasamos, que vamos abiertos a conocer todo lo que se nos ponga por delante” gracias valientes por salir con lluvias, frio y demás…la verdad es que al final nos reiremos de las anécdotas, de las prisas de los comedores improvisados con un gran calefactor para secarnos, de las mojaduras, de los atascos con “muerto incluido”, de cuando nos perdemos y hacemos km de mas, e incluso de algún que otro resfriado, de alguna que otra caída sin mucha importancia a Dios gracias. Repito sin vosotros no sería posible, o no sería igual. Muchas gracias.
Buen Camino compañeros hasta el próximo camino
Blanca Franco
FOTOS:
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Ya casi llegamos al final del Camino Inglés, pero como siempre lo retrasamos un poco para que el último día sea el más festivo de todos.
Este sábado lo esperábamos pasado por agua y las predicciones meteorológicas no se equivocaron; Ni el santiño pudo hacer nada para librarnos de las lluvias.
Con eso y con todo y muy preparados iniciamos la etapa en Sigúeiro, caía ya una lluvia menuda persistente. Cruzamos Sigüero y superamos el río Tambre que separa los concellos de Oroso y Santiago de Compostela. A pesar de la lluvia no nos resistimos a sacar alguna foto desde el puente. El río baja con un gran caudal de agua, muy distinto al de hace pocos días que apenas llevaba agua.
Continuamos unos metros por la carretera, y nos acercamos a la gasolinera que encontramos a la derecha y allí un mojón nos indica que debemos desviarnos a la derecha. Esta maniobra nos sorprende a más de uno, porque nos habían hecho desviarnos a la izquierda un poco antes y ahora nos obligaba a volver a girar a la derecha en un sitio con peligro de tráfico.
Superamos este lugar y seguimos por un tramo arbolado, San Vicente de Marantes, Rúa Traviesa, A Torre y Agualada… Por pistas de asfalto y de tierra, con colores de otoño rojizos avanzamos y llegamos a un “Bosque Encantado” encantado no seria, pero realmente si se nos apareciesen duendes, trasnos o brujas, tampoco nos sorprenderían.
Los suelos estaban cubiertos de hojas secas, marrones y rojizas, regatos de agua descendían por las pendientes creando pequeños ríos; muchas setas de varias especies crecían en círculos de brujas, los árboles brillaban y soltaban gotas de la lluvia de sus hojas. Era un mundo mágico todo lo que nos rodeaba.
Nuestras capas de agua nos protegían de la lluvia, pero la humedad nos penetraba a pesar de todo.
Estábamos llegando ya al final de la etapa, pasamos el hotel Castro y un poco más adelante llegamos al polígono de Tambre y a un bar punto final de la ruta de hoy.
Aprovechamos para secarnos y cambiar la ropa mojada, sellar las credenciales y como no, tomarnos una cañita u otra cosa, al gusto del consumidor.
En el autobús nos dirigimos a Santiago hasta el parking Juan XIII (¿sabéis que en Santiago los autobuses tienen que dejar a los pasajeros obligatoriamente en este parking?) y desde allí nos fuimos caminando a la hospedería de San Martin Binario donde habíamos reservado para comer.
San Martín Pinario, es un lugar precioso para comer, lleno de historia y de vivencias del pasado. Comimos en el refertorio donde comían los seminaristas hace años mientras escuchaban lecturas religiosas.
El comedor estaba lleno de comensales. Un grupo de ellos no sabemos si serían peregrinos, pero si eran religiosos, sacerdotes e incluso les acompañaba un obispo al que saludaban con respeto y el tradicional saludo del besa manos.
Para hoy teníamos otros planes, pero el hombre propone y Dios dispone, así que no tuvimos más remedio que buscar otros planes alternativos para la tarde.
Para la tarde teníamos planeado hacer una ruta sobre gárgolas por Santiago, pero claro esto se hizo imposible. La ruta duraría por lo menos dos horas y Santiago lucia con lo mejor de su arte “La lluvia” y no era cosa de seguir mojándonos.
La alternativa que teníamos preparada fue una visita al Museo Sacro del monasterio de San Paio de Antealtares.
Actualmente es un convento femenino pero tiene su origen en una pequeña comunidad monacal masculina promovida por el rey asturiano Alfonso II el Casto, poco después de confirmar como autentico el Sepulcro de Santiago en los años 820-830. Los monjes tenían la misión de custodiar las reliquias del Apostol.
Se denomina Antealtares porque su iglesia contaba con tres altares consagrados al Salvador, San Pedro y San Juan Evangelista.
Con la ampliación de la catedral el primitivo monasterio fue desplazado unos metros hacia el Este, hoy en día estaría en la explanada de la plaza de la Quintana y ya sobre el año 1256 el convento vuelve a ser desplazado hasta el lugar que ahora ocupa.
La custodia de las reliquias pasa a ser llevada por el numeroso clero catedralicio y los monjes se ven obligados a cambiar sus prioridades y objetivos
La comunidad masculina es cambiada por otra femenina convirtiéndose en el convento de monjas más relevante de Galicia.
Para entrar al museo entramos por la iglesia, forma parte del museo. Es de finales del siglo XVII, de planta de cruz griega, no frecuente en la arquitectura gallega. Tiene unos impresionantes retablos barrocos. El que más destaca es el del altar mayor dedicado a San Paio y en los extremos superiores destacan dos imágenes a caballo de Santiago el Mayor a la derecha y de San Fernando a la izquierda, símbolos de la Iglesia militante.
Nos miramos sorprendidos, no aparece nadie y no sabemos dónde llamar para que alguien nos atienda. Era la hora en la que habíamos quedado, llamo por teléfono y una puerta de madera tallada y policromada de múltiples colores se abre y una religiosa nos da paso sorprendida del numeroso grupo que somos.
Nos indica un cartel sobre la mesa de la recepción, “FOTOS NO”, no haremos fotos.
Entramos al museo propiamente dicho y nos encontramos con un gran Cristo y la pieza más antigua vinculada al sepulcro del Apostol: la ara romana de Antealtares, considerada el primer altar dedicado al
Apostol donde descubrieron sus restos en el siglo IX
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Parece ser que este sepulcro estaba preparado para una mujer de la nobleza “Atia Moeta” (¿Podría ser la misma Reina Lupa?, aquí ya descansaba su nieta) y concedió permiso para que se depositase el cuerpo del Apostol. La prueba es la inscripción que aparece en el dorso del ara.
Todo el museo cuenta con una impresionante colección de piezas de orfebrería de plata labrada, pinturas religiosas, pergaminos, tallas religiosas… y nos llamó la atención una imagen del Niño Jesús ataviado de peregrino; no le faltaba detalle, bordón, vieira, escarcela…y una imagen de la Virgen del Socorro con el niño en brazos y defendiendolo de un pequeño demonio con un garrote amenazante, como haría cualquier madre.
Salimos de Antealtares y un grupo sin miedo al agua que seguía cayendo entramos a la catedral para ver la capilla de la Corticela.Corticela vienes de “curtis” terreno cercado. Cercada por la Catedral de Santiago.
La capilla de la Corticela es una pequeña capilla construida en el siglo IX por el Obispo Sisnando en tiempos del reinado de Alfonso II, estaba cerca del sepulcro y atendido por los monjes de San Martín Pinario.
En el siglo XV es destruida por Almanzor por la negativa del Rey Leonés Bermudo II a satisfacer el tributo al califato y destruyó las iglesias de Antealtares, Santiago y Corticela. La actual Corticela es una reconstrucción del siglo XII.
Aunque en principio estuvo separada de la catedral, debido al crecimiento de esta ha quedado dentro de la edificación principal. Solo desde fuera se ve el pequeño campanario y la cruz de la puerta principal. Para aceder a ella se hace a través de la catedral.
La Corticela es desde 1527 parroquia de peregrinos, pues desde hace siglos los peregrinos oían misa en esta capilla al llegar a Santiago.
La tradición cuenta que los estudiantes y peregrinos escribían sus peticiones en un papel que dejaban delante de una escultura de Jesús en el Huerto de los Olivos. Estos papeles eran quemados después en el botafumeiro.
La Corticela es una joya dentro de un gran estuche y a veces por culpa de este “estuche” tan llamativo no percibimos las maravillas que encierra. No os la perdáis.
Y así pasó esta etapa. Mereció la pena, a pesar de la lluvia vimos y disfrutamos de un montón de cosas, de nuestra tierra que es maravillosa siempre, de todos vosotros que sois únicos y que merecen la pena todos los pasos que damos.
Confío que la lluvia, la humedad y el frio no os hayan pasado factura y que el sábado día 1 podamos todos juntos entrar en Santiago y disfrutar de la última etapa que nos queda.
Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco
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4º Tramo: A rúa (San Paio) – Sigüeiro
Un sábado más salimos todos de nuestros domicilios en dirección a nuestra parada y con un pensamiento casi común “El Camino de Santiago” ¿qué nos deparará hoy?
La unión sigue creciendo entre todos y cuando aún encima te encuentras entre los que llegan por primera vez una vieja amistad, tu bienestar aumenta.
Mientras hablamos unos con otros, llegamos al Área de Servicio del Burgo, el bullicio crece, ya estamos todos. Un aviso: “Por favor sentaros todos, va a arrancar el autobús”. Hasta que se dice por el micro pocos lo escuchan.
El coche arranca por fin. Todos sentados ya, los cinturones puestos. La bolsa de caramelos con los que nos obsequia todos los días Conchi se va pasando de uno a otro, Roberto y una servidora repartimos la información de la etapa, el programa del día y hacemos la recaudación de la comida.
Hoy el cielo está despejado, ni una nube y un sol tímido empieza a brillar.
Ante el temor de que en A Rúa (San Paio) no vamos a tener ninguna cafetería, nos dirigimos hasta Ordes y allí nos repartimos por varias cafeterías, sellamos las credenciales y tomamos el cafetito que nos reconforta un poco antes de comenzar a andar.
Nos deja el autobús y tomamos una carretera de servicio que nos acerca al punto inicial en el lugar de Outeiro cerca de la casa rural Antón Veiras y aquí nos sumergimos por un túnel de laureles, prados y tierras de labranza. Llegamos A Calle y un poco después en el dintel de Casa Maldonado hay una inscripción que atestigua el paso y pernocta del rey Felipe II en esta aldea en 1554. Algunos, entre los que me encuentro pasamos del lugar sin buscar la inscripción, nos olvidamos ¡una pena! Pero es tan espectacular todo el paisaje que nos rodea, que quedamos pasmados con los colores de las hojas de los árboles, amarillos, dorados, rojos, ocres…acebos llenos de frutos rojos y hojas que el aire arranca de los árboles y caen sobre nosotros como si fuesen copos de nieve pero de colores otoñales.
Caminamos sobre alfombras de hojas y llegamos a un puente medieval de un solo ojo que está prácticamente escondido debajo del puente de asfalto. Paramos a verlo. Una señora de la aldea para a hablar con nosotros, para avisarnos de que nos asomemos, que no dejemos de verlo. Es una pequeña joya sobre un riachuelo.
Seguimos por frondosos lugares y entramos en el Concello de Oroso, el penúltimos que atravesaremos en el Camino.
Cruzamos una carretera rural y comenzamos el último tramo (pensamos que sería peor) una larga recta paralela a la autopista. Pero separada de ella por una hilera de árboles que desprendían sus hojas sobre nosotros una vez más y como por una pequeña montaña rusa subiendo y bajando suavemente llegamos al polígono industrial de Sigüero y un poco más adelante entramos por un parque arbolado y desembocamos en una idílica área de descanso al lado del rio Tambre y desde allí a pocos metros nos esperaba el autobús.
Primer objetivo cumplido, ahora toca ir hasta Ordes donde teníamos hecha la reserva para comer en el Restaurante Parrillada el Puente.
Estábamos relajados contentos y un poco hambrientos como siempre nos pasa después de la caminata.
Comenzamos a comer. De primero tomamos una sopa de pescado que espero que les haya gustado a todos tanto como a mí y a los que estaban a mi alrededor. De segundo costillas de cerdo asadas con unas patatitas que decían; cómeme, cómeme… rematamos con un postre muy gallego: queso, membrillo y bizcocho, y no podía faltar café o infusiones.
El tiempo cuando lo pasas bien, parece que pasa más aprisa y así fue. Eran casi las cinco, habíamos quedado a esa hora en el Museo del Traxe Juanjo Linares, nos estaban esperando y allí nos fuimos estábamos a escasos metros no hacía falta ir en coche.
Juan José Limares Martiáñez, nació en Ordes y comenzó muy joven a bailar en agrupaciones folclóricas y fue Imperio Argentina la que lo descubrió bailando danzas gallegas y lo llevó para su compañía; desde entonces se dedicó a la danza y a la coreografía. Cuando por causa de una enfermedad tuvo que dejar su carrera de bailarín se dedicó con más empeño a la enseñanza de la danza, la coreografía y sobre todo a la investigación. Trabajo en ello hasta el final de su vida, recibió la Medalla de Plata en Bellas Artes en 1994 y muchos premios más.
Durante toda su vida fue coleccionando trajes folclóricos y regionales de todo el mundo.
El Museo está compuesto básicamente por una colección de más de 1.000 trajes, algunos de ellos de hasta 200 años de antigüedad, donados por Juanjo Linares (la fundación que lleva su nombre) y esta a su vez, los cedieron al Concello de Ordes para su exposición y se exponen en un edificio municipal que fue restaurado para este fin.
Escuchando las palabras de la guía, nos acercamos un poco a la personalidad del bailarín y su obra y pudimos ver reflejada su vida en muchos de los trajes que allí se exponen.
Sólo una parte de la colección que compone su legado está expuesta; por varias causas, el sitio es insuficiente, todavía no se acabó de catalogar todo su legado y se está procediendo a la restauración de muchas piezas.
No hay sólo trajes, hay una colección de muñecas vestidos con trajes regionales, colección de aderezos (peines, broches, pendientes, collares, horquillas, abanicos…) y una colección de fotos de personajes relacionados con el baile y la música.
Vuelvo a decir lo que he dicho más veces, tenemos muchas cosas cerca y no lo sabemos.
Y así pasamos otra etapa del Camino. El autobús estaba a la puerta del museo, por casualidad, subimos y de vuelta para casa. Día extraordinario, tranquilo, sin sobresaltos…
Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco
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Etapa 3: AC222 (BRUMA) – A RUA (San Paio). 13,00 Km
10-11-2018
Pasamos el viernes pendientes de mirar las predicciones del tiempo y los resultados no eran malos eran peores, grandes lluvias y fuertes vientos. En Meteosat nos ponía que en Bruma por la mañana habría algo de lluvia y por la tarde se despejaría.
Nos levantamos el sábado ¡qué bien! no llueve, pero por si acaso cogeremos equipo para agua. Camino de A Normal empezaba a amanecer y aparecía un resplandor rojizo del sol, una promesa de un buen día, así que contentos y animados nos subimos al autobús y recogimos a todos los demás.
Serían las 9 de la mañana cuando salimos todos del Área de Servicio del Burgo. El trayecto hasta (AC222) Bruma punto de inicio de la 3ª etapa lo utilizamos para repartir la información del camino, hacer la recaudación para la comida, lugares donde nos podrá recoger el autobús durante la etapa y donde acabaremos.
En Bruma, al llegar ya está lloviendo un poco.
Aprovechamos para realizar la parada técnica en casa Avelina, sellar las credenciales, tomarnos un cafetito, poner chubasqueros… !Esperar¡ Avelina, nos va a enseñar la capilla de San Roque que está al cruzar la carretera. Vamos con ella, nos abre la puerta y enciende la luz descubrimos una bonita capilla y San Roque en el altar mayor, en la fachada, gravado en piedra, vemos una leyenda: “HESTACAPILLA DE SAN ROQUE SE HIZO DE LIMOSNAS EL AÑO DE 1773.1866” no es una obra de arte esta grabado, pero si es un mensaje del tiempo en que los peregrinos llegaban con mucho esfuerzo, penalidades y sufrimientos por el Camino de Santiago.
A pocos metros un hermoso crucero y un roble centenario custodian la capilla.
Bruma es el punto donde se unen el camino Inglés de Ferrol con el camino de A Coruña y los peregrinos que llegaban por mar desde lejanas tierras y desembarcaban en Ferrol y en A Coruña continuaban desde aquí su camino a Santiago; lo hacían agotados y muchas veces tenían que ser asistidos en un pequeño hospital que había en el lugar de Bruma (Mesía) de ahí el nombre que le quedó al lugar Hospital de Bruma
Nos ponemos a andar esperando que la lluvia pare pronto, no es muy fuerte, allá vamos primero por la carretera y luego ya nos adentramos por un camino que nos lleva a donde llega el camino de Ferrol, un mojón indica las dos direcciones una vieira a cada lado.
Pasamos por Hospital de Bruma, la capilla de San Lorenzo queda a nuestra izquierda, las casas del lugar aún siguen con grandes calabazas decorando el entorno, pero cada vez el cielo está más negro y la lluvia arrecia, alguno de nosotros ya empiezan a dar señales de cansancio y esperan llegar pronto al lugar donde está el autobús, seguirán en el coche.
Los demás continuamos paso a paso ligeros, el pelotón y la cabeza de la senior va delante esperamos alcanzarlos pronto.
Al poco en el lugar llamado Cabeza de Lobo, por la carretera nos encontramos un museo de esculturas al aire libre, no podemos evitarlo y aunque todavía llueve un poco paramos a mirar todo, un Santiago Apostol imponente sobre un caballo que es un cubo de granito, una Virgen del Carmen, una cabeza de Cristo, un hórreo transformado en fuente, una especie de scalextric con dos coches y muchas esculturas más de piedra. El bus tuvo tiempo de alcanzarnos, Ricardo el chofer nos preguntó si nos había pasado algo, pero estábamos perfectamente, seguimos caminado mientras que los del coche aún quedaron un rato y una compañera al comprobar que ya no llovía decidió seguir caminando; se me olvidaba la última “obra maestra” era un gigantesco y divertido plesiosaurio (dinosaurio) subido en la alturas y devorando a una mujer en mallas. No sé si este lugar era un avance de lo que nos faltaba por ver.
Ya a buen ritmo descendimos por una vaguada y por aquí nos sorprendió otro detalle: encontramos asfaltados parte de los caminos entre los árboles, sería de agradecer, si caminar sobre suelo duro fuese mejor, ¡pero no! es peor, es preferible andar por charcos. No sabemos a quién se le habrá ocurrido la idea.
Llegamos a Buscás y pasamos por delante de la iglesia de San Paio, con elemento románicos. San Paio era un niño de 14 años que fue martirizado en Córdoba y su imagen es la de un joven con un cuchillo traspasando su cuello, dicen que agonizante, pero está de píe.
Al caminar entre árboles, de vez en cuando nos caían algunas gotas que la lluvia había dejado sobre su copas, no nos importaba, el cielo estaba azul, radiante, la vegetación brillante, erizos de las castañas por el suelo, higos, manzanas, setas de muchas variedades, estaba todo tan bonito que casi daba pena llegar al final, pero llegamos claro. El autobús nos esperaba, pero faltaba un grupo que siguió y siguió y no nos extraña por lo que decía antes: tanta belleza natural emborracha y si no te das cuenta te pasas.
Era temprano todavía recogimos a nuestros compañeros y todos juntos después de cambiarnos, a alguno la lluvia de primera hora lo había calado, nos dirigimos al restaurante que esta vez fue en Bruma de donde partimos.
Llegamos a “Casa Graña” y aquí nos esperan algunas sorpresas, la primera el edificio es de piedra, sus paredes parecen las de un castro, tiene más de 800 años, es acogedor con una gran lareíra en una esquina… pero aquí llega la segunda sorpresa. Nos habían dicho que como eramos muchos nos habilitarían las mesas en un local separado del edificio principal, hasta ahí muy bien, pero, cuando vimos donde era, quedamos mudos, era un alpendre cerrado, grande, alto, con una gran mesa preparada para nosotros, pero.. ¿aguantaríamos allí? Miré a la izquierda y vi un gran calefactor, nunca vi uno así de grande.
Que podíamos hacer a esas horas, a mal tiempo buena cara, a nosotros no nos puede nada. Algunos volvieron al coche a recoger sus ropas mojadas y las pusieron a secar sobre sillas cerca del calefactor, cada uno cogió su sitio y nos lanzamos a la comida. Nos sirvieron muy rápido pero no lo suficiente como para que no nos hubiésemos comido ya el pan, ¡que pan, qué bueno!
Entre dos camareras trajeron una olla enorme y de la olla a las soperas se empezó a trasvasar un caldo gallego que nos devolvió las fuerzas y la temperatura. Al rato nuestro “comedor” ya estaba caliente y nosotros comimos con ganas y alegría al momento. Al caldo le siguió pollo asado con patatas y de postre natillas caseras que varios repitieron.
Comimos en un lugar muy especial, que si fuese un día de verano de romería gallega sería espectacular, en un otoño invernal como el que tenemos, no tanto.
Pero si nos preguntan si repetiríamos, creo y puedo afirmar que la gran mayoría, si lo haríamos. El servicio espectacular, la comida buenísima y el lugar eso sí, super limpio. ¿Que más podemos pedir? Además si volvemos en familia o en grupos pequeños cabremos dentro y todo lo demás es igual de bueno.
Salimos ya a las cuatro en dirección a la Planta Potabilizadora de Cañas, la visita cultural planeada y que podríamos realizar en caso de que no lloviese y el día seguía portándose bien y el cielo seguía sin nubes.
Pero… y ya llegó otro pero, íbamos por una carretera de la Diputación y el google maps nos dirigió hacia otro camino más estrecho dirección a la iglesia de Santiago de Cañas, avanzamos un poco y de repente coches aparcados a ambos lados de la calle, el conductor piensa en retroceder, pero ya no es posible avanza un poco más pero cada vez es más difícil, baja del coche para preguntar que sucede y no os podéis imaginar lo que pasó. Nos encontramos delante de un coche fúnebre camino de la iglesia, un montón de gente esperando en el atrio de la iglesia que queda en lo alto, nuestro coche no podía desviarse, los conductores de los automóviles debían de pensar que también íbamos al entierro, y nuestro pobre Ricardo diciéndose ¿Cómo salgo yo de esta? ¡Si tengo el muerto detrás¡ Al final con la ayuda de Roberto y Luis arrimando los espejos retrovisores de los coches aparcados logró avanzar hasta dejar el acceso libre a la escalinata del cementerio y como ya no podía hacer nada, hasta que la ceremonia acabase y saliesen los coches pequeños antes, allí se quedó Ricardo y nosotros recorrimos a pie lo que nos faltaba para llegar a la Planta Potabilizadora de Cañas.
Aquí no habían acabado los imprevistos del día.
Llegamos a la puerta de la instalación y está cerrada. El timbre no lo coge nadie. Un compañero me dice: ahí hay un número de teléfono, no lo pienso y llamo, me contesta un operario en La Telva, no le habían avisado de nuestra visita. Habíamos quedado en que se suspendería si llovía, le insisto que teníamos la visita programada y le pido por favor que nos atienda, me pide que espere que me llama.
Paso un rato que nos parecieron siglos pero que no serían más de 5 minutos (está claro que no pasó por delante de la iglesia, no había podido llegar con el tapón que dejamos) y tenía razón Román Maceiras con quién acordamos la visita, el mejor guía que podíamos tener seria uno de los trabajadores.
Nos acompañó hasta la orilla del río Barcés, del agua de este rio se suministra la Etap. El agua entra a unas balsas y el único producto que le echan es sulfato de aluminio para provocar la sedimentación de todos las materias que arrastra el agua, una vez superado este primer proceso el agua pasa a otras balsas que están dentro del edificio principal. Estas balsas tienen en el fondo una madera agujereada y cubierta con arena de cantera a través de las cuales el agua se va filtrando por decantación y todo lo que el agua podría llevar todavía queda en la arena, el agua ya filtrada pasa por tuberías al edificio de esterilización que hay al lado donde recibe el tratamiento de cloro y ya sale lista para su consumo.
La Planta de Cañas suministró de agua A Coruña y ahora lo hace a Carral y a Cambre.
Los edificios que la forman son un joya del modernismo fue diseñado por Gonzalo Esteban Saavedra en 1922.
Las paredes de su interior están cubiertas con azulejos blancos y azules y baldosas industriales. La parte superior de las paredes son unas preciosas cristaleras.
Le hace falta una buena rehabilitación porque da pena su estado. Os dejo un enlace sobre la historia de la planta, es muy interesante…
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Aquí os dejo la información que encontré sobre la ETAP en Emalcsa
«LA HISTORIA DE LA ETAP DE A CORUÑA
Noticias | 05 – 07 – 2016 EMALCSA
La ETAP de Cañás, situada en Carral, llea más de un siglo en funcionamiento. En sus orígenes, sirvió para traer hasta A Coruña el agua del río Barcés, permitiendo el crecimiento de la ciudad a comienzos del siglo XX. Hoy convive con la más moderna estación de la Telva, y sigue abasteciendo al municipio donde se sitúa. Está adaptada a las necesidades tecnológicas actuales, aunque conserva buena parte de la maquinaria instalada en la ampliación de los años 20. Tiene capacidad para tratar hasta cien litros por segundo, y su agua supera con nota todos los requisitos de calidad.
Las instalaciones de Cañás comenzaron a funcionar el 1 de enero de 1908. En aquel entonces eran poco más que una tubería de toma y una presa con las que amortiguar la corriente del río y retirar los desechos que arrastraba. Junto a ellas, se situaba el puesto de guardia en la que vivía el encargado de vigilar las instalaciones, que aún sigue en pie hoy. Su tarea era vigilar lo suministro de agua, en todos los sentidos. Entre sus responsabilidades se encontraba patrullar a caballo a red de distribución, para evitar que nadie robase el líquido para abastecer su huerta.
Los primeros filtros
En 1915 tuvo la ETAP su primera reforma importante, con la instalación de un filtros lentos que permitían limpiar mejor el agua del Barcés, pero pronto se quedaron pequeños. Los 25 litros por segundo que eran capaces de tratar no bastaban para la emergente ciudad de A Coruña, por lo que siete años después, en 1922, se redactó el proyecto para ampliar las instalaciones con un nuevo edificio y un sistema de filtrado más eficaz.
En 1925 se inauguró el edificio principal de Cañás, una obra de estilo modernista que ofrece aún hoy la imagen más recoñecible de la ETAP. Sirvió para albergar un moderno sistema de filtros que llegaba a los 75 litros por segundo, el tercero que se construía en España según el modelo del alemán H. Reisert, tras los de Bilbao y Valencia -entonces con poblaciones muy superiores a las de A Coruña-. Las piezas de hormigón que formaban el anterior filtro lento se aprovecharon para pavimentar los caminos exteriores de la estación, y allí siguen hoy en día.
Una joya del modernismo
El inmueble principal fue diseñado por Gonzalo Esteban Saavedra en 1922, según los planos que se conservan. Su construcción fue, como puede verse, muy rápida y motivada por la necesidad de garantizar el suministro de agua a una Coruña que crecía como nunca en ese tiempo. Es una estructura de 632 metros cuadrados y casi 15 metros de alto, con unas impresionantes cristaleras y una terraza que sobresale de la fachada principal, desde la que se podían vigilar los depósitos de decantación y la toma del río Barcés. Su valor artístico y arquitectónico sorprende la quien le ponen el ojo arriba.
También se construyó un edificio de esterilización, donde estaba el laboratorio que supervisaba la dosificación de cloro. Aún se conserva, al igual que los motores de gasoil que bombeaban el agua, el grupo eléctrico original y muchos otros elementos que suman un valioso patrimonio industrial.
Como curiosidad, fue en Cañás donde se tendió la primera línea telefónica entre dos ayuntamientos de nuestra comarca. Se instaló en 1924 y unía la estación de tratamiento con el depósito de Monte Alto, para poder comprobar que el agua llegaba correctamente. El teléfono original fue recientemente restaurado.
EMALCSA está haciendo, desde siempre, un esfuerzo importante por conservar el patrimonio de Cañás, que representa la historia viva de nuestra comarca, y en los próximos meses proyecta varias actuaciones para darla a conocer a la ciudadanía. En esa línea se enmarca la actividad de DMudanza, donde se hizo una sesión con antiguos empleados de EMALCSA para hablar sobor del pasado y el futuro de compañía; y la exposición de fotografías y dibujos realizados por el colectivo Urban Sketchers, que se puede ver ahora incluso en la Casa del agua. En el futuro, iránse anunciando nuevas iniciativas».
Nos encantó la visita, algo nuevo y diferente y además casi al lado de casa y ninguno la conocía.
Recomendamos ir a conocerla.
Y jugaba el Depor, había que volver, así que después de agradecer al guía todo lo que nos enseñó y el buen rato que pasamos después del temor de no poder conocer ese tesoro que lleva toda su existencia funcionando de forma continuada, más de un siglo, volvimos hasta donde nos esperaba el coche que ya había podido salir del atasco.
Muchas experiencias para un solo día, lo pasamos muy bien, pero mejor que no se repita alguna cosa.
Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco
Vocal del Camino
Etapa 2: Sigrás – As Travesas: 13,20 Km 03/11/18
Segunda etapa del Camino. Empezamos como siempre recorriendo las distintas paradas hasta estar todos juntos ya en el autobús; Tardamos un poco más del tiempo habitual por dar el número de asiento que corresponde a cada uno, a partir de la semana que viene será más fácil, todos sabremos nuestro sitio y sólo será pasar lista para que nadie quede en tierra.
Fue tan poquito el trayecto desde el Área de Servicio del Burgo, última recogida, hasta el punto de inicio de la etapa que realizamos que casi no nos dio tiempo a repartir la información del trayecto, programa del día, cobrar la comida y últimos consejos…
Esta parte del Camino es según dicen la más dura de todo el Camino Inglés desde A Coruña con fuertes subidas y pronunciadas bajadas, pero comenzamos con ganas y optimismo dejando la carretera nacional por una pista entre los lugares de A Rocha y O Drozo y en un cruce de camino un hermoso crucero, muros de mampostería de casas solariegas y en uno de ellos nos encontramos un peto de animas de San Antón (Es el único peto de animas del concello de Cambre ) frente a la casa solariega de los Atocha.
Poco después del peto de Santo Antón nos encontramos con el pazo de Aanceis y preciosas casas solariegas blasonadas.
Ya estamos en el concello de Carral y nuestros pasos transcurren entre pistas de cemento pero también por caminos de tierra.
Llegamos a la panadería Da Cunha y aprovechamos para realizar la primera parada, sellar credenciales (no encontramos donde hacerlo hasta aquí) tomar un cafetito y algo de bollería y reiniciamos el camino hasta Tabeaio y en Sergude alguno ya se subió al autobús, lo que nos esperaba eran cuestas más pronunciadas.
La etapa está perfectamente señalizada, pero algunas veces se te pasa alguna señal y te equivocas de camino; eso nos pasó a algunos y llegamos hasta la iglesia de Santa María de Sarandons (Abegondo) barroca del siglo XVIII. Mereció la pena equivocarse, verla por fuera y retomar el camino desandando lo recorrido unos metros hasta el bar Centro y seguir por la izquierda donde estaba la concha del camino que se nos había pasado desapercibida.
Nos encontramos con casas decoradas para el Samaín, con fantasmas, telarañas, calabazas…
La capilla de San Juan da paso al río Barcés y al lugar de Calle y aquí empezamos a subir y subir, lo bueno es que el trayecto fue entre árboles y lo malo es que por tramos era asfalto y alcanzamos la AC-222 tras más de media hora de ascenso.
Allí estaban algunos esperando, pero otros más decididos habían continuado hasta As Travesas terminando la fuerte subida. Los últimos de la cola decidimos esperar que nos recogiese allí el autobús y ocupamos el tiempo con juegos de habilidad, reflejos y hasta de ejercicio físico, la humedad hacía estragos en nosotros, pero no nos importó, nos reímos un poco.
Gracias Chuca.
Ya todos en el coche nos dirigimos a Casa Celia, (comimos el sábado pasado) pero ya que estábamos relativamente cerca y por la tarde nos íbamos a ir a Betanzos, acortábamos el recorrido. A veces retrocediendo se gana.
Comimos de maravilla: de “primero sopa o lentejas”, (algunos no pudimos resistirnos a probar de los dos) de “segundo carrilleras estofadas con patatas” ¡extraordinarias! y de postre tarta de manzana casera. Creo que alguno probó otros postres.
Siempre tenemos suerte con los sitios donde comemos, pero algunos días nos da pena no poder volver al mismo sitio de lo ¡super bien! que nos tratan.
Compañeros: hay que levantarse nos espera el guía en Betanzos y la tarde es corta porque pronto se nos hace de noche y luego no hay luz.
En la plaza García Hermanos de Betanzos nos espera Oscar, el guía, sorprendido al vernos bajar del autobús con ganas de conocer Betanzos tras los pasos de un experto conocedor de la ciudad que nos va a enseñar un montón de cosas.
Los hermanos García tuvieron una gran importancia en el resurgir de la ciudad con su aportación filantrópica
Lo primerito de todo es hacer la foto de grupo en el palco de la música de la plaza.
Y dirigimos nuestros pasos hacia la el casco viejo acompañando a Oscar después de escucharle lo que nos narró de la concha de Santiago o venera y de la importancia del Camino en Betanzos.
El Reino de Galicia estaba dividido en siete provincias y Betanzos era una de ellas: Santiago, A Coruña, Betanzos, Lugo, Mondoñedo, Orense y Tuy.
En el Camino Inglés que viene desde Ferrol, Betanzos es un fin de etapa y comienzo de otra y aunque no está en nuestro camino no quisimos perder la ocasión de visitarla.
“Recorrido por Betanzos
.Betanzos se organiza desde lo más alto de la ciudad, donde se encontraba el castro Unctia y hoy se encuentra la plaza de A Constitución. Desde ahí se desarrolla un entramado radial y en pendiente de calles estrecha hacia la parte baja de la ciudad, donde se encontraban las puertas de la muralla.
En la plaza se encuentran el neoclásico Ayuntamiento y la torre municipal del reloj, junto a uno de los tres ábsides de la iglesia ojival de Santiago (s. XIV). Próximo se encuentra también el Pazo de Lanzós (s. XVIII), el gótico Pazo de Bendaña (s. XV) y la Casa Núñez, de estilo colonial.
Pero el centro neurálgico de la ciudad se encuentra más abajo, en la plaza de los hermanos García Naveira, dos hombres de Betanzos que emigraron a finales del siglo XIX a Argentina, donde hicieron fortuna y con la cual, a su regreso, realizaron obras benéficas en la ciudad.
En el entorno de esta plaza podemos ver hermosas muestras de arquitectura popular asoportalada de tradición medieval, donde hoy existen numerosas tabernas y tascas típicas de Galicia. Y si en su puerta cuelga una rama de laurel, sabremos que disponen del rico y afrutado vino de Betanzos.
En esta plaza se ubica la versallesca Fuente de Diana, hecha en bronce a mediados del s. XIX. Desde este punto podemos iniciar un recorrido por una serie de edificios monumentales construidos entre los siglos XVI y XVIII: el Archivo del Reino de Galicia, la Biblioteca Municipal, el Colegio de Huérfanas y el Convento de Santo Domingo, situado en el Museo das Mariñas, donde se conserva una colección pictórica, sepulcros romanos y medievales y una sección dedicada al traje gallego.
Siguiendo hasta la plaza de Fernán Pérez de Andrade “O Bo” encontramos las mejores muestras arquitectónicas de Betanzos por su importancia y singularidad: los templos góticos de Santa María de Azogue y de San Francisco, situados en los extremos de la plaza y con un cruceiro entre ambos edificios.
De la iglesia de Santa María destaca su fachada así como el retablo flamenco en su interior con catorce tallas de gran valor artístico.
San Francisco, por su parte, está reconocido como el mejor ejemplo gallego del gótico mendicante (s. XIV) y cuenta en el interior con el sepulcro de Fernán Pérez de Andrade, su promotor, alzado por el oso y el jabalí, animales que simbolizan el linaje de su familia. La mayor curiosidad de este templo es la representación de un ángel tocando la gaita en la escena del Juicio Final que hay en la capilla mayor.
En Betanzos aún se conservan varias de las puertas de las murallas medievales de los siglos XIV y XV que rodeaban el casco histórico”
https://www.tuscasasrurales.com/…/el-casco-historico-de-be…/
Fue una visita muy bonita deambular por sus calles y escuchando a Oscar que nos trasladaba al medievo entre caballeros, campesinos, artesanos…nos supo a poco. Tenemos que volver, nos quedan muchas cosas por ver pero no daba tiempo.
Y ya nos volvimos al coche y de allí a casita. Fue un buen día, el tiempo nos ayudó, recorrimos sitios que no conocíamos y sobre todo la unión de todo el grupo es lo mejor de lo mejor.
Buen Camino Compañeros hasta la semana que viene
Blanca Franco Vocalía del Camino
Fotos: https://photos.app.goo.gl/dC7PcbkZcyYKsiKq7
Etapa 1: A Coruña – Sigrás. 14,20 Km
27-10-2018
El camino que vamos a empezar hoy es diferente a todos los que hemos hecho hasta ahora: Primero, porque decidimos hacerlo después de haber hablado un día con nuestro Ayuntamiento que nos preguntó por qué no hacíamos el Camino Inglés desde A Coruña. La idea nos quedó dando vueltas en la cabeza y decidimos hacerlo antes de Navidad, son menos km y podemos hacerlo fácilmente.
Segundo: por primera vez también vamos a comenzar sin desplazarnos a varios km, sino que lo iniciamos desde nuestro propio domicilio y reuniéndonos todos en el Parrote a donde llegaban los peregrinos…
• «Viajeros procedentes de Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia e Islandia y, sobre todo, ingleses, escoceses, irlandeses y flamencos contribuyeron a crear lo que hoy se conoce como el Camino Inglés del Camino de Santiago. Estos viajantes llegaban a Galicia por mar desde sus puertos, desembarcando en Ferrol y A Coruña. ¿El motivo? La estratégica ubicación de los puertos de estas dos importantes ciudades gallegas potenció de manera evidente la ruta.
• La historia de estas peregrinaciones parte del siglo XII. En 1147 visitó la tumba de Santiago una escuadra cruzada de ingleses, alemanes y flamencos. Sin embargo, son varias y relevantes las huellas de peregrinaciones históricas por el Camino Inglés. Del monje islandés Nicolás Bergsson han quedado sus escritos del viaje a pie desde Islandia a Santiago, una proeza que le llevaría unos cinco años.
• Pero, ¿cómo es el Camino Inglés del Camino de Santiago ahora? En Galicia, el Camino Inglés tiene dos trayectos alternativos:
• El primero es el itinerario desde A Coruña, que es más corto: unos 74 kilómetros en total. La segunda opción es hacerlo desde Ferrol, una alternativa de mayor longitud, con cerca de 118 kilómetros de recorrido. Ambas rutas, sin embargo, están llenas de atractivos e historia y, además, confluyen a mitad de camino, en la localidad de Bruma, donde juntas continúan los últimos 40 kilómetros de recorrido, hasta Santiago de Compostela»
… siguiendo la ruta marcada a través de los siglos por los que nos precedieron, iniciamos el camino que nos va a llevar hasta Santiago por la ruta más corta.
Caminando por el Párrate y dejando a nuestras espaldas la puerta de San Miguel, por donde embarcó Carlos I para ser coronado como Carlos V en Alemania y Felipe II para casarse con María I de Inglaterra, dirigiéndonos hacia la plaza de la Constitución y desde allí hasta la iglesia de Santiago de estilo románico de los siglos XII – XIII. La iglesia estaba cerrada y no pudimos visitarla, pero hace dos días pasamos por ella para sellar las credenciales del Camino y aprovechamos para hacer unas fotos simbólicas de su interior y de su salida.
Aquí nos hicimos la primera foto del grupo, aunque algunos no habían llegado. Desde la calle Santiago, bajamos hacía Puerta Real. Había llovido un poco y ya íbamos preparados para el agua, las calles brillaban mojadas y el cielo nos amenazaba con nubes negras.
Se hacía raro recorrer las calles de nuestra ciudad equipados con capas, chubasqueros, mochilas, bastones… es cierto que de vez en cuando vemos a algún peregrino cruzar A Coruña, pero un grupo como el nuestro no es frecuente verlo.
Atrás quedaba la ciudad, Puerta Real, Cantones, Fernández Latorre… Eirís, Fábrica de Armas, aquí aprovechamos para hacer un breve descanso en una cafetería antes de seguir caminando.
Cruzamos el tramo de carretera que hay antes de llegar al Portazgo, que por cierto está pesimamente señalizado el Camino “las flechas amarillas pintadas en los quitamiedos de la carretera¨ hay que andar por el estrecho arcén y a tú lado pasan los coches y la velocidad no es moderada. Fue el punto negro de toda la etapa.
Después de atravesar la avenida de Fontecullerm a pocos pasos nos esperaba el paseo del Burgo que nosotros recorrimos como hicieron los peregrinos de otros tiempos.
En documentos del siglo XII se la cita como Burgun Fari, proviene de ser fundada en territorio del Faro como entonces se llamaba a A Coruña. Fue un bonito paseo, aunque echamos de menos un poquito de sol y llegamos a ver cisnes (no estoy segura si eran cisnes)
De refilón vimos la iglesia de Santiago del Burgo, el viejo puente romano del Burgo, la parroquia de Almeiras y sobre nosotros de vez en cuando los aviones que entraban y salían del aeropuerto de Alvedro.
Ahora tocaba subir y subir por una pista de cemento rodeando el castro donde se encuentra el aeropuerto y de repente una buena bajada que acaba con nuestras piernas, llegamos a un camino de tierra por primera vez hasta llegar al rio Valiñas que cruzamos por un puente medieval del que solo se ve el arco si miras desde un lateral.
Ya casi estamos, la mayoría refugiados en el autobús que nos esperaba se libran de una fuerte granizada que cogió a los últimos sin poder refugiarse o apenas, pegados a un muro y un árbol por toda protección.
La primera etapa de la jornada estaba cumplida y a pesar de los chaparrones que cayeron no nos mojamos mucho.
Todos juntos ya, nos fuimos hasta Anceis a poca distancia al restaurante “CASA CELIA” donde habíamos reservado para comer.
Nos esperaban con todo preparado y una vez todos sentados nos sirvieron la comida. ¡Que bien nos supo! Caldo Gallego, Ternera asada con patatas, flan con nata y por supuesto vino, agua, café. Todo, todo riquísimo y muy abundante, tanto es así que decidimos volver a comer el próximo sábado.
Por la tarde nos esperaba la visita a la Iglesia de Santa Maria de Cambre. Nos entusiasmó, es distinta a otras que hemos visto y tenemos la pena de no poder haber disfrutado de un buen guía que nos explicase muchas cosas de esta joya. Data del siglo XII y tiene la planta de una catedral, yo poco más os puedo decir pero os dejo este enlace donde hay mucha información:
y hasta aquí llegó el día con otra foto de grupo.
Fue una bonita forma de empezar un nuevo camino.
Nuestra bienvenida a los que se unieron por primera vez a la maravillosa aventura de los Caminos de Santiago y a todos los veteranos y compañeros de otros caminos
Buen Camino Compañeros a los que cada sábado acudís a la cita y Buen Camino a los que no lo podéis hacer y nos seguís por las redes.
Blanca Franco
Vocalía del Camino