Hoy sábado 30 de noviembre, 51 intrépidos senderistas de la Asociación ADAYEUS se aventuraron en la emblemática ruta Camelle-Laxe, en plena Costa da Morte.
A pesar de que la jornada estuvo marcada por intensas lluvias, truenos y relámpagos, el grupo logró convertir la adversidad en una experiencia memorable.
La ruta comenzó con una decisión prudente: ante las adversas condiciones meteorológicas y la peligrosidad de la primera parte del recorrido, que incluía una zona de rocas resbaladizas, se optó por omitir ese tramo para garantizar la seguridad de todos. Aun así, el espíritu aventurero del grupo no decayó, y la caminata se reanudó en un punto más seguro, adaptando el recorrido a las circunstancias del día.
Bajo un cielo encapotado y con la constante compañía de la lluvia, los senderistas avanzan por paisajes espectaculares, donde la bravura del mar se unía a la majestuosidad de la costa gallega. Finalmente, al llegar a Laxe, la lluvia dio tregua, permitiendo disfrutar de una merecida pausa para reponer energías.
Tras reponer fuerzas con un merecido almuerzo, la tarde continuó con un par de visitas culturales que enriquecieron aún más el día.
En primer lugar, el grupo exploró el entorno de la Igrexa de Santa María da Atalaia , un lugar cargado de historia y encanto, que ofreció un momento de tranquilidad y contemplación. Construida a finales del XIV, es de gran valor histórico-artístico. Ejemplo claro del gótico marinero que aparece en muchas iglesias del litoral gallego, de la época de su construcción se conservan algunas esculturas. Desde el atrio de la iglesia se puede divisar una estupenda panorámica del puerto y la playa de Laxe. Cercano al templo, dónde hoy es un garaje, se encuentra la tumba de los naufragos del buque inglés Adelaide, que se hundió en la bahía.
A continuación, los senderistas se dirigieron al Museo del Mar de Laxe , donde pudieron sumergirse en el rico patrimonio marítimo de la región. El Museo del Mar de Laxe está situado en el inmueble que ocupó la antigua casa cuartel de la Guardia Civil de la localidad, que fue rehabilitada para albergar la colección. Forma parte del casco histórico de la Villa de Laxe, y está declarado como inmueble de elevado interés arquitectónico tradicional, dado que es un inmueble de piedra en el que aún son visibles elementos de una casa tradicional gallega (lareira, lavadero de piedra, letrina…).
En definitiva, pese a las inclemencias meteorológicas, la jornada fue un éxito, combinando naturaleza, historia y cultura. Con la satisfacción de haber superado las dificultades, hemos celebrado el éxito de una ruta que, aunque atípica por las condiciones meteorológicas, se convirtió en una muestra de la capacidad de adaptación y la pasión por la naturaleza que caracteriza a ADAYEUS y que demuestra que no hay tormenta que pueda detenernos.
¡Enhorabuena a todos los participantes y hasta la próxima aventura!
