Hoy celebramos dos hechos importantes. Un estreno y una despedida.
Palexco, es el lugar que estrenamos, y la despedida es la del curso que finaliza 2018-2019
Atendiendo a la convocatoria de la vocalía de Convivencia Social nos presentamos en las instalaciones de Palexco los que decidimos asistir; en el vestíbulo principal una azafata, cotejaba con un listado los nombres de los compañeros según íbamos entrando.
En ascensor o subiendo las escaleras llegamos a la tercera planta, y en el Salón Loft, nos encontramos con un escenario formado por dieciocho mesas debidamente cubiertas, flanqueadas por nueve camareros y una maître, de la firma de catering boketé, encargados de atendernos y servirnos.
Una vez que nos acomodamos los 180 comensales, además de atender al menú, cuando levantábamos la vista, podíamos disfrutar de la “foto” que teníamos a nuestro alcance, una composición de la bahía coruñesa y el muelle de trasatlánticos en dónde estaba atracada la fragata Álvaro de Bazán de la Armada Española. La estampa que teníamos ante nuestros ojos, era propia de los folletos que nos venden en las agencias de viajes, anunciando las vacaciones qué se avecinan.
Entre los comensales, estaba compartiendo mesa y mantel con el presidente de la Asociación Roberto Pérez y algunos componentes de la Junta Directiva, la directora de la UDC-Senior, Matilde García, así como la directora-adjunta Susana Iglesias, acercándose en el tiempo de tomar café, el colaborador de la UDC-Senior, Francisco Ascón, no pudiendo asistir por temas personales la colaboradora Isabel Fachal.
Antes de que comenzase el baile, tomó la palabra Roberto Pérez, presidente de ADAYEUS, para dar las gracias por asistir a este evento, a los responsables de la UDC-Senior, mencionándolos uno a uno –seguido de una ovación, por parte de todos los presentes-, así como a todos los socios de ADAYEUS, por estar siempre ahí.
A continuación la directora Matilde García, respondió agradeciendo la invitación que se cursó a su persona y a sus colaboradores, y felicitó a la Asociación por su poder de convocatoria reuniendo a tantos socios en esta fiesta de fin de curso. Asimismo comentó que la propia UDC-Senior, está preparando y trabajando en el programa de curso 2019-2020, y adelantó que habrá buenas sorpresas. Al finalizar su discurso recibió unos merecidos aplausos.
Y después llegó lo tan ansiado por muchos compañeros; la actuación del animador-vocalista, José Ángel Candal, conocido por todos nosotros y como siempre motivando y haciendo partícipe a todo el público para que se animase a salir a la pista. No tardaron en reunirse todos los alumnos de las clases de baile -otra de las actividades que organiza ADAYEUS-, sorprendiéndonos con la “coreografía” de El Coyote (la mayoría mujeres, porque será? ) para continuar bailando y exhibiendo todo lo aprendido y practicado en el curso.
Alrededor de las cinco de la tarde, la directora Matilde García y sus dos colaboradores se retiraron, despidiéndose de todas las personas que se encontraban en su camino.
Desde aquí queremos reiterar nuestro agradecimiento a los tres invitados por compartir esas horas con todos los que somos ADAYEUS, robadas de su tiempo de ocio personal.
Los compañeros siguieron bailando y bailando hasta pasadas las siete de la tarde; al hacer un día tan espectacular con tanta luz, parecía que siempre era pronto, sin prisa para irse a casa.
Pero hoy, esto ya acabó…
…Y si no estáis cansados, por favor, seguid leyendo, la crónica de hoy tiene una segunda parte, también con aire de despedida.
Os cuento; cuando empecé a escribir para ADAYEUS lo hacía para un público más reducido, ya que me limitaba a escribir las actas como secretaria que era de la Asociación. Sólo las leían los componentes de la Junta Directiva; aunque las actas también están disponibles para que las puedan leer los socios –en este caso, sólo los socios-, ninguno se emocionó y vino por la oficina con interés de leerlas, la verdad, tampoco es muy atractiva la idea.
Dicen que cuando los negocios van bien, se expanden al exterior y a ADAYEUS le va bien, cada curso incrementa el número de socios (desde diciembre 2014 a diciembre 2018, ascendió de 270 a 452 socios); y así que, cuando dejé mi puesto de secretaria –dos años y medio-, me dediqué como vocal técnico (con voz, pero sin voto) a colaborar con la compañera Mirtha Puga (vocal de Viajes y Convivencia Social) y relatar los eventos que organizaban en esas dos vocalías, también colaboré con José Manuel Álvarez (vocal del Coro), en acontecimientos especiales que tuvo el coro, así como en actos oficiales que la Asociación estaba invitada y acudíamos en su representación algunas compañeras de la Junta Directiva y yo misma.
Pero bueno, no sé para qué os cuento todo esto porque los que estáis ahora delante del ordenador, de la tablet, o con el móvil en la mano leyendo, ya los sabíais.
Me estoy refiriendo a ti que eres socia y socio de ADAYEUS, también a ti, que aunque no eres socio si estás en la UDC-Senior, sin olvidarme de los otros lectores que sin ser socios, ni alumnos, algún día seguro que estaréis por aquí, y ahora me estáis leyendo, igual por primera vez.
Por ello os doy las gracias a todas y todos los que lo habéis hecho hasta ahora y lo estáis haciendo en este preciso momento, ya que es agradable cuando escribes algo, que te lean, sobre todo si eres capaz de arrancar una sonrisa, o un buen gesto porque te ves reflejado en cualquier evento.
De todos modos el fin de estas crónicas no es solamente contar lo que ocurre ese día, sino transmitir el dinamismo y lo mucho que trabajan los responsables de las distintas vocalías de ADAYEUS, para que todos los socios podamos disfrutar de las amplias y variadas actividades que nos ofrecen en cada curso.
Y por último quiero contaros que desde la última Asamblea General de ADAYEUS, celebrada el pasado 20 de mayo, deje de pertenecer a la Junta Directiva, por ello considero que también debo de dejar de escribir las crónicas –que estuve haciendo en estos dos últimos años-, y desde aquí, quiero agradeceros una vez más a todos vosotros por estar ahí, leerme y transmitirme todo el afecto y cariño que recibí, tanto en persona como a través de las redes sociales.
Un abrazo y hasta otro momento.
Crónica de Eloisa Cubeiro
A Coruña, 31 mayo 2019