Camino Francés 4ª Etapa 15,50 km. Sarria – A Pena
Perfil de la Etapa
Sábado 25-03-2017
Camino Francés 4ª Etapa 15,50 km.
Sarria – A Pena
Andando, andando ya vamos por la cuarta etapa del camino. Salimos de Sarria, a donde llegamos hace una semana, cruzando el puente y siguiendo la margen izquierda del río, nos dirigimos hacia la rúa Maior.
Desde aquí muchos peregrinos comienzan el Camino de Santiago, porque los km que nos separan de la ciudad del Apóstol son los mínimos que hacen falta para conseguir la Compostela.
Tras la rúa Maior pasando junto al edificio de la Prisión Preventiva llegamos al mirador sobre Sarria. Aquí estuvimos la semana pasada visitando toda la zona y el Convento de la Magdalena regentado por los padres Mercedarios. Seguimos junto a la pared del cementerio, hasta el río Pequeño, afluente del Sarria y cruzamos el puente medieval “Ponte Áspera” camino de As Paredes por una pista forestal con unos imponentes castaños y pasamos Vilei hasta la parroquia de Barbadelo y allí dejamos a la izquierda la iglesia románica de Santiago, nos conformamos con verla de lejos, no podemos parar, nuestros compañeros van delante y nosotros cerramos el grupo. Algunos si consiguieron verla y nos dicen después que está rodeada por el camposanto y que es preciosa nos pasan fotos.
En Barbadelo se unen a nosotros un grupo de compañeros, el camino hasta aquí era una cuesta muy pronunciada y por precaución decidieron empezar la etapa unos kms después.
Continuamos por un sendero arbolado y pasamos al lado de una fuente con Pelegrín (le hace falta un pequeño arreglo) y un albergue en el viejo Molino de Marzán de 1920, ahora renovado. El camino aquí tenía como un pasillo de losas de piedras en el centro para evitar que los peregrinos se tengan que meter en el agua en los días duros del invierno,
Entre muros de piedra sobre piedra y castaños alcanzamos el mojón 100, desde aquí sería suficiente empezar el camino para obtener la Compostela, pero ninguno de nosotros renunciaríamos a los kms que llevamos desde O Cebreiro un experiencia única.
Un cartel nos anuncia que dejamos atrás Sarria y entramos en el Concello de Paradela y llegamos a Ferreiros, la primera parroquia de Paradela; nuestros pasos entre árboles y bellos rincones nos llevan a Mirallos y aquí nos encontramos la iglesia románica de Santa María, que se bajó piedra a piedra desde Ferreiros en 1790.
El camino sigue y los kms van quedando atrás el terreno es irregular y se abre entre árboles; llegamos a A Pena, pero aquí no nos puede recoger el autobús y seguimos adelante unos pocos km más, estamos en el mojón 96,5 y entramos en una senda en ligera cuesta entre robles y pinos, el paisaje es espectacular y el tiempo nos ayuda, la lluvia se ocultó para dejarnos caminar tranquilos y sin calor.
Empezamos a encontrarnos con peregrinos, ¡Buen camino!, ¡Buen camino!, saludos habituales que nos acercan con fraternidad. Los últimos metros los hacemos en compañía de unos estudiantes de Cataluña que comenzaron hoy su camino.
Del sendero por el que veníamos salimos a la carretera en el primer cruce que encontramos, Juan (nuestro conductor) nos esperaba con el autobús y todos nuestros compañeros que ya habían llegado. Llegamos a Moimentos y desde aquí saldremos el próximo sábado.
Estábamos a pocos km de Portomarín a donde fuimos a comer al restaurante del “Mirador de Portomarín” donde nos esperaban, a mi particularmente no me gustó el restaurante, no tenían la infraestructura necesaria para recibir un grupo numeroso como el nuestro y no salió como estamos acostumbrados, pero todos reaccionaron muy bien y todos se conformaron sin quejarse. Gracias compañeros del Camino.
Después de comer visitamos Portomarín
El viejo Portomarín estaba debajo de las aguas. Hace años se hizo el embalse del Belesar para abastecer a una central hidroeléctrica y se construyó un pueblo nuevo en el vecino Monte Cristo para sus habitantes. La iglesia de San Nicolas se trasladó piedra a piedra hasta su actual ubicación en el centro de la plaza del nuevo asentamiento. Sus piedras fueron numeradas para su traslado. Su aspecto exterior de fortaleza es porque antiguamente además de iglesia era el castillo de la Orden de San Juan es una construcción entre el gótico y el románico.
Se conserva también la balconada del ayuntamiento y la fachada románica de la iglesia de San Pedro.
Se trasladó incluso el cementerio después de la fuerte presión de los vecinos para que sus muertos no quedaran debajo de las aguas.
Este pueblo ha llevado un premio por su construcción, casas de dos plantas y todos sus bajos tienen unos soportales para protegerse de las inclemencias del tiempo en el invierno y de los calores del verano. A mí me recuerdan los pueblecitos del interior de Castilla.
Otra cosa que se conserva es un arco del puente romano que cruzaba el rio antes de rellenar todo con agua. Dicen que con este arco y una escalinata coronada por una capillita se recuerda el puente romano sumergido.
Cuando baja el nivel del agua se pueden ver restos de las construcciones antiguas.
A mí particularmente me causó una sensación extraña Portomarin, primero: no parece un pueblo gallego, segundo: es como si fuese un pueblo sin historia, una urbanización de las que podemos ver por muchos sitios.
Ya os decía antes, sentí una sensación extraña, tristeza, pena, añoranza de no poder ver cómo era Portomarin a los márgenes del río Miño, con sus casas de piedra, sus tierras de labranza, sus ganados… No dejo de pensar en la profunda tristeza de sus habitantes cuando dejaron sus casas, sin todas las necesidades que hoy tienen, pero que cada vez que miran para abajo desde el nuevo Portomarin, revivirán con tristeza y añoranza sus vidas allí abajo.
Hasta aquí llegamos hoy, el sábado día 1 más. Buen camino a todos.
Por B. Franco (vocalía del camino)
Pinchando en la imagen las fotografías de la Etapa