Perfil de la Etapa
Sábado 22-04-2017
Camino Francés 6ª etapa 16,00 km
Gonzar – Palas de Reí
Esta vez hemos dejado pasar dos sábados por el medio desde la última salida. La Semana Santa nos hizo interrumpir temporalmente nuestro camino, pero ya estamos de vuelta cargados de energía y ganas de avanzar paso a paso hacia Santiago.
Este sábado comenzamos nuestra etapa en Gonzar, parroquia de Portomarin, a donde llegamos el pasado día 1.
El día lució con sol y buena temperatura desde primera hora de la mañana, casi, casi, un día de verano. Pasamos cerca de una iglesia románica de finales del XII y de un castro prerromano que dicen es de grandes dimensiones, no nos dio tiempo acercarnos a verlo, pero según nos dijeron tampoco podríamos verlo porque está cubierto por la vegetación. Nos da tristeza ver las maravillas que tenemos en nuestra tierra tan poco cuidadas y valoradas.
Seguimos por Castromaior, Hospital da Cruz… por un camino paralelo a la carretera durante varios km y llegamos a Ventas de Narón. La sierra de Ligonde divide las cuencas de los ríos Miño y Ulla… y ya entramos en Lameiros con el pazo y la capilla de San Marcos. Cerca del camino se alza el crucero de Lameiros, es de doble cara y data de 1670. En un lado se ve la imagen de Cristo y en la otra la Virgen de los Dolores. En su base se pueden ver unas tenazas, una corona de espinas y una calavera que representa al calvario de Jesús.
Seguimos caminando y ya en Ligonde encontramos un curioso crucero sobre una pared de muro de piedra sobre piedra, que nos señala el lugar de un antiguo cementerio de peregrinos. Pero a su alrededor sólo se ven tierras de labranza.
Por este camino pasaron Carlos V en 1520 cuando viajaba para ser coronado emperador y a Felipe II, en mayo de 1554 de camino a A Coruña para casarse con María Tudor. Se hospedaron en la Casa de Carneiro.
Nos adentramos en Lestedo y pasamos por Os Valos, A Mamurria, O Rosario… hacía calor ya y nuestros pasos eran acompañados por los pasos de peregrinos de otras comunidades y de otros países.
Hago mención a un grupo bastante numeroso en bicicleta, que pedaleaban sin prisa, pero sin pausa. Sólo el tiempo para desearnos “buen camino” mutuamente, uno de los últimos nos dijo que comerían en Palas y seguirían para Melide.
La meta del día estaba cerca y el cansancio y el calor hacía mella en la mayoría; el nombre de Os Chacotes nos indicó que estábamos llegando; “A Cabaña”, el restaurante donde íbamos a comer se alzó majestuoso delante de nosotros y allí decidimos quedarnos a esperar a nuestros compañeros disfrutando del fresco y blandito césped del jardín que nos rodeaba.
Cuando entramos en el comedor nos recibieron con un aplauso los peregrinos ciclistas que poco antes nos habíamos cruzado y nos ofrecieron una canción de la Virgen de la Encina, muy venerada en Ponferrada, por lo que nos dimos cuenta de que eran leoneses del Bierzo. Antes de marcharse nos obsequiaron con vino del Bierzo.
Comimos con mucho apetito un rico potaje de garbanzos con acelgas y bacalao, carrilleras con patatas fritas, tarta de chocolate y no podía faltar el café (con gotitas el que quiso) o infusiones.
Aún nos quedaron unos minutos para aprovechar un ratito de descanso sobre la hierba del jardín antes de llegar el autobús para trasladarnos al Castillo de Pambre. Este castillo, algunos lo habíamos visto por el exterior hace tres años en otro camino de Santiago, pero estaba en obras y no pudimos ver el interior.
Esta vez sí, sabíamos que se había restaurado (en lo posible) y nos esperaban para realizar una visita. La restauración consta de una estructura metálica con varias alturas y escaleras que permite acceder a las distintas alturas con las que contaba el castillo incluida a lo alto de la Torre del homenaje.
El castillo de Pambre está ubicado a orillas del rio Pambre en el municipio de Palas de Rey.
“La fortaleza se erigió a final del siglo XIV de la mano de Gonzalo Ozores de Ulloa. En 1484 pasa a ser propiedad de los condes de Monterrei como fielato con funciones militares de custodia del Camino de Santiago y de cobro de portazgos. Con el tiempo, la estabilidad interna de Galicia dentro del conjunto de los reinos de España y la decadencia del Camino de Santiago tras la Reforma Protestante del centro y norte de Europa, ocasionan que su función principal acabe derivando en núcleo de producción agropecuaria de las tierras vinculadas a la propiedad de la fortaleza, en la rica comarca lucense de A Ulloa. Esta situación es la que refleja el documento de aforamiento a perpetuidad del año 1702, que describe la ruina de la construcción principal y confirma el foro a la familia Moreiras, que ya venía ejerciendo como caseros desde tiempo atrás.
A mediados del siglo XIX el Duque de Alba cede la propiedad a la familia Moreiras. En 1895, un secretario del duque de Alba realiza una venta ilegítima de la propiedad (la fortaleza, las viviendas anexas y las tierras vinculadas) por 27.000 ptas a José Soto, vecino de Palas de Rei. Esta venta no llegó a consolidarse al ser denunciada por la familia Moreiras, que continuó ejerciendo la propiedad y a la que los tribunales otorgan definitivamente la razón en 1912.
El último propietario de la familia Moreiras fue Manuel García Blanco, polifacético erudito, recordado catedrático del Instituto de Lugo, Delegado Provincial de Estadística y miembro correspondiente de la Real Academia Galega y de la Real Academia de la Historia, quien reivindicó en repetidas ocasiones, sin éxito, su puesta en valor por parte de las instituciones, fundamentalmente la Diputación Provincial de Lugo y el Ministerio de Cultura. Al final de su larga vida, vende la propiedad a Manuel Taboada Fernández, que la cierra y la sume en el abandono, dejando arruinarse las construcciones y acabando con la producción agropecuaria.
En el año 2009, por disposición testamentaria de Manuel Taboada, pasa a ser propiedad de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres, organización benéfica de la ciudad de Vigo, con quien en 2012 la Xunta de Galicia llega a un acuerdo para comprar el castillo junto con los terrenos adyacentes por una cuantía algo superior a los 3 millones de Euros.
Él es uno de los pocos ejemplos de arquitectura militar del medievo gallego que se conservan y que sobrevivieron a la Revuelta Irmandiña.
La muralla exterior tiene un grosor de entre 2 y 2,5 metros, aunque en la entrada aumenta hasta los 5 metros. El acceso principal es un arco de medio punto y se puede apreciar el escudo de armas de los Ulloa en la clave. La capilla de San Pedro, que data del siglo XII, se encuentra junto a la entrada.
La fortaleza cuenta con una planta cuadrada de cuatro torres en los vértices y otra torre, la torre del Homenaje, de 11 metros por lado en el centro y de una altura de 3 plantas”. (Wikipedia)
En unas salas adaptadas en la parte baja pudimos ver en distintos paneles información sobre el castillo.
Por B.Franco (vocalia del Camino)