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Crónica de Eloisa Cubeiro
Ya estamos a las puertas de carnaval, para celebrarlo la vocalía de Convivencia Social de ADAYEUS, organizó una salida al cercano Municipio de Cambre, para disfrutar de un cocido gallego, propio de estas fechas.
Allí llegamos 150 personas distribuidas en tres buses, además de algunos compañeros que se desplazaron en sus propios vehículos.
La reunión era en la Finca el Cenador, dicho lugar era conocido por los vecinos de Cambre por la casa de María Pita, ya que antes de dedicarse a la restauración, esta vivienda y jardín era propiedad de la familia que tenía el establecimiento de Galerías María Pita, edificio situado en la esquina de la calle S. Andrés con Rúa Nueva en A Coruña, un referente de esa época en el sector textil, que seguro recordaréis todas las personas que hace veinticinco, treinta años visitabais el centro de la ciudad.
El tiempo primaveral invitaba más a un picnic en los jardines, que entrar en el comedor para tomar un cocido. Pero lo pactado y a lo que íbamos era para comer un cocido gallego, con todo lo que ello supone… No nos defraudó, tanto por la calidad como el servicio prestado por Josmaga, que fue impecable.
Los primeros efectos del cocido no tardaron en aparecer, por arte de magia todos los miembros de la Junta Directiva se reencarnaron en una de las tribus indias americanas más famosas, los Comanches, para sorpresa del público se presentaron bailando una danza de amistad y alegría; entre los danzarines estaban los jefes: cara de cuchillo y rostro tatuado acompañados de melena plateada, caracoles amarillos, pelo cortado, cara redonda, ricitos pequeños y pluma dorada, además de otros que desconozco sus nombres, pero sí estaban los mejores de la tribu sin faltar nadie.
Esta actuación fue fotografiada y muy aplaudida por todos los comensales.
Vueltos a la realidad, se acercaron al escenario para empezar su actuación, el grupo Os Xotas compuesto por dos gaiteros, un tambor y un bombo, al cual se incorporó con la pandereta nuestra compañera de la Junta Directiva, Marisa Mauriz.
Siguiendo el ritmo que nos marcaban Os Xotas tomamos el café acompañado de la selección de cremas gallegas y aguardientes, y aun así hubo tiempo para todos y para todo: conversar, bailar, cantar, escuchar, hacer fotos, posar en el photocall y pasear por el jardín…
Poco a poco se llegó al final de la fiesta; sobre las seis y media de la tarde nos fuimos levantando de nuestros asientos para retirarnos y caminar unos minutos hasta el lugar en dónde nos venían a recoger los autocares, y atendiendo a las normas establecidas para que nadie se quedara en tierra, cada persona se subió al mismo bus que lo había traído y se sentó en el asiento que le correspondía.
Ya de regreso a casa, a una hora muy prudente, veníamos todos muy contentos, especialmente los compañeros que desconocían la Finca el Cenador y la visitaron por primera vez en el día de hoy y también muy satisfechos con todo lo que habíamos disfrutado.
Una vez más muchas gracias a las componentes de la vocalía de Convivencia Social por el magnífico día que nos teníais preparado.
A Coruña, 22 febrero 2019