ROTEIRO “PAZOS DO ARENTEIRO”
Todavía de noche salimos de nuestras casas hacia cada una de nuestras paradas del autobús. Llevaban varios días diciendo las predicciones atmosféricas que tendríamos un día con lluvia; al grupo no nos da miedo el tiempo y salimos preparados. El cielo se fue despejando y hasta “O Arco da Vella” nos predijo que nos acompañaría el sol.
Llegamos a Carballiño y después de la parada técnica, iniciamos la ruta excitados como críos ante una aventura y dispuestos a todo, comenzamos la ruta saliendo del parque municipal de Carballiño con el rio Arenteiro a nuestra derecha y el suelo cubierto de una alfombra de hojas de tonos desde el marrón claro hasta el rojo y pasamos el Muiño das Lousas, el Muiño do Anxo, a Peña dos Enamarados…
Cruzamos el puente de madera hacia el lado derecho del Arenteiro donde una serie de pasarelas y escaleras de madera facilitarán nuestro avance entre el espeso bosque de ribera y superar el paso por unas zonas con un poquillo de dificultad por las rocas que nos encontrábamos de camino, pero que superamos sin problema con la ayuda de nuestros “guías” y alguno de los nuestros, hasta enlazar con un sendero de pescadores. Llegamos hasta el puente de Godas donde encontramos dos posibles caminos para continuar la ruta y que se unen en A Ponteriza.
Entramos en esta aldea tras cruzar el puente en Ponteriza del siglo XVIII, de dos arcos, junto a un cruceiro con grabados de serpiente y una representación de Santa Bárbara (con una palma y una torre) junto con dos ánimas y San Antonio, hórreos y lavaderos de piedra. Un camino recién arreglado nos acerca a Moldes, con iglesia del románico del siglo XII declarada Monumento Nacional y continua Hasta Paradela, donde comenzamos a ver más campos con viñedos, que nos llaman la atención por los colores rojizos de sus hojas y que las viñas están sujetas por tutores individuales.
Descendemos hasta el Arenteiro, que superamos por el puente medieval de Ponte do Castro cerca de las ruinas de Castro Cavadoso. Durante todo el camino las cámaras no dejaron de disparar, pero aquí todos quisimos llevarnos alguna instantánea.
Al otro lado del río y a la sombra de robles, castaños e incluso madroños que nos obsequiaron con sus frutos, subimos hasta Cima de Vila, donde una fuente de dos caños nos refrescó.
Entre las casas y campos, llegamos a Cabanelas con gran tradición vinícola y con iglesia de estilo Barroco construida en 1895. Desde allí descendimos por un camino muy empinado, entre muros, a la sombra de robles y alcornoques, para cruzar nuevamente el río y llegar a un lugar con importantes y hermosas construcciones: Pazos de Arenteiro. ¡Nunca habíamos visto tantos pazos juntos!…
Al llegar a Pazos, nos empezó a llover débilmente pero casi ni se notaba. El día transcurrió en un ambiente de compañerismo y sin ningún contratiempo.
Llegamos un poco tarde a comer, pero lo hicimos relajados en la ”Parrillada de los Amigos” (muy apropiado el nombre para nuestro grupo) Desde aquí muchas gracias a nuestros guías Rubén, Miguel y Yolanda (Sikae Viaxes Grupos) por la organización de la ruta que como siempre nos hicieron pasar un día maravilloso.
Como una imagen vale más que mil palabras os dejamos una buena colección de fotos.