En esta nueva salida convocada por la Vocalía de Viajes Culturales de la Asociación ADAYEUS, salimos como siempre del C.U.R. a las 9.00 horas.
Después de recoger en las correspondientes paradas a los 54 compañeros y compañeras, cogimos carretera rumbo a Ferrol. Antes de llegar y en el mismo autobús nuestro Presidente, Roberto Pérez nos dio unas pinceladas de cultura general y anécdotas para hacer el viaje más corto y ameno.
Llegamos más o menos a las 10.15 horas a Ferrol. La primera visita según programa, Museo Naval de Ferrol; por el número de personas que éramos, nos dividieron en dos grupos para hacer las visitas en paralelo, unos al Museo Naval y otros al Museo de la Construcción Naval.
Yo estaba en el grupo que comenzó por la visita al Museo Naval, fuimos recibidos y nos hizo de guía, Francisco Romeo (Kiko), subteniente de la Armada. Antes de empezar, se acercaron a saludarnos nuestros compañeros de la Junta Directiva de la Asociación
de Ferrol; el Presidente, Fernando (que está en la reserva de la Armada) y Carlos, Secretario/Tesorero.
El edificio del Museo Naval, es el antiguo cuartel presidio de finales del s. XVIII, conocido como San Campio. La inauguración de dicho Museo tuvo lugar el 5 de marzo de 1986 y su patrimonio está integrado por diversos objetos, libros y documentos.
Siguiendo la voz y pasos de Kiko, visitamos las dos plantas que componen dicho Museo. Con su voz clara y precisa nos fue explicando lo que consideraba más importante y obresaliente, así como anécdotas, y el porqué de determinadas expresiones utilizadas en
nuestro lenguaje coloquial, como estos ejemplos:
Salvarse por los pelos: Proviene de los tiempos en los que la mayoría de los marineros no sabían nadar; si tenían el pelo muy largo y caían al mar era más fácil verlos, y al mismo tiempo sujetándolos por los pelos los podían subir a bordo y salvarlos.
Vete al carajo: Castigo que se daba al marinero de subir al cesto (carajo), situado en la cima de uno de los palos del barco.
Zafarrancho de combate: Zafar el rancho, recoger rápido la mesa cuando se estaba comiendo, porque se entraba en combate.
Seguimos observando todos los objetos expuestos, totalmente impolutos y ordenados, a la vez que Kiko nos fue documentando con nociones históricas (una de sus pasiones, nos confesó), como que, durante el reinado de Carlos III, nació la primera escuela de
buceadores del mundo y también la primera bandera de la Armada, anterior a la bandera nacional que data de mediados del s. XIX.
También existen banderas de combate distintas a las dos mencionadas. Otras curiosidades que nos explicó, ¿porque motivo los oficiales que estaban en el lugar de combate dentro de la nave, no tenían ropa de cintura para arriba? la razón era debido a que si los herían y tenían que extraer la bala, la operación era más limpia y rápida al no mezclarse la ropa con la bala en la herida.
También comentó-como todos sabemos-, que hasta hace poco, las mujeres no estaban admitidas en la Armada, aun así en el s. XIX una mujer, Ana Belén Soto, estuvo embarcada ejerciendo sus funciones como un marinero ejemplar durante cinco años, hasta que fue descubierta cuando le hicieron un examen médico.
Y deleitándonos con sus magníficas explicaciones, el tiempo llegó a su fin. A la salida del edificio nos estaba esperando para saludarnos y despedirse de nosotros el Director del Museo, capitán de navío, Cánovas Sánchez.
Con el tiempo ajustado, cruzamos el patio y entramos en el Museo de la Construcción Naval, en el edificio Herrerías del s. XVIII. Este Museo fue inaugurado por SS.MM. los reyes en junio de 2004, alberga algunas piezas únicas, maquetas de buques, objetos marítimos, planos, motores, libros, documentos… Aquí nos recibió Alba, que fue nuestra guía el tiempo que duró la visita.
Este edificio en sí ya tiene una construcción digna de admirar, igual que el anterior consta de dos plantas, aunque la primera por falta de tiempo no sería posible disfrutarla.
Antes de empezar la visita, posamos para la foto de grupo, en el marco de una sección transversal de una cuaderna de una fragata, Alba que actuó de fotógrafa, seguidamente nos comentó características,
conceptos y evolución de los buques, explotación e historia desde los primeros tiempos de las construcciones de madera y vela hasta los más modernos y sofisticados sistemas que existen en la actualidad.
Hizo hincapié en la importancia que han tenido en su momento estos Astilleros, los grandes y muchos buques que se construyeron aquí.
También nos explicó que en la sala de gálibos, es en dónde se hacían a escala real los barcos o submarinos, y que los bajos de los cascos de los buques se forraban con una chapa de cobre para proteger la madera de la broma, que son unos moluscos bivalvos de un tamaño máximo de 20 cms y se alimentan de la madera sumergida ocasionando graves daños en dichos cascos; este sistema fue sustituido a principios del s. XX cuando se descubrió una pintura anti- vegetativa para sustituirla por las chapas de cobre. Y por último nos contó anécdotas de distintas batallas navales así como de diversos
naufragios.
Con disgusto y pena dejamos de ver la primera planta por falta de tiempo. Nos despedimos de Alba y al salir a la calle, nos sorprendió una abundante lluvia, que quiso descontar el buen tiempo que habíamos tenido durante el viaje desde que salimos de casa.
Y una vez en el autocar viajamos en dirección al Municipio de Narón, para comer en el Restaurante Carballo, llevábamos retraso, pero un apetito voraz. El menú estaba formado por empanada, tortilla, carne asada (buenísima), con las bebidas correspondientes, helado, café infusiones y chupitos. Los más cantarines hicieron uso de sus dotes musicales en el tiempo que nos sirvieron el postre y café.
Nos levantamos de la mesa a toda prisa, y nos fuimos en el bus (seguía lloviendo), dentro del mismo Municipio a la última visita programada en el viaje de hoy.
Llegamos a las cuatro pasados unos minutos a las instalaciones de Pull and Bear (Tirar y Aguantar), fuimos recibidos por Isabel Varela del departamento de Recursos Humanos para guiarnos en la visita a las naves en dónde tienen la Logística. Fuimos juntos todo el grupo, al ser viernes y horario de tarde, la sección estaba parada, ya que al día siguiente no hay reparto –si fuese la tarde del domingo si estaría funcionando-. Seguíamos los 54 perfectamente las explicaciones de Isabel, no había ruido y el personal era mínimo, por lo tanto molestábamos poco. Nos dio una idea global como funciona la Logística de la Empresa. La extensión ocupada por los Servicios Centrales, Logística y los Jardines ascienden a 60.000 m/2 y la plantilla total es de 500 personas casi 50% de hombres y mujeres, y la media de edad es joven, jovencísima para nosotros, teniendo en cuenta la edad de los visitantes que andábamos por allí.
Al salir de las naves de Logística, cruzamos un patio y fuimos al edificio que alberga los Servicios Centrales; ahí nos recibió Isabel Sánchez también de Recursos Humanos, nos separaron en dos grupos para movernos por lo departamentos, ocupados por el personal que todavía estaba trabajando.
Pasamos por distintos despachos todos ellos con mucha claridad, prácticos, minimalistas e impecables, en dónde estaban los equipos de obras, interiorismo, compras, diseño gráfico, comunicación, arquitectura, platós fotográficos con su equipo de estilistas, modelos, fotógrafos.
Vimos tiendas y escaparates piloto, varias salas de espera de diferentes ambientes especialmente confortables, y el comedor y cocina del personal. Todos los empleados cuando el tiempo lo permite y en la hora de la comida pueden disfrutar de los jardines que rodean sus instalaciones.
Al finalizar la visita, nos dieron un obsequio muy práctico y útil como recuerdo de nuestro paso por sus instalaciones. Salimos unos minutos antes de las seis y media de la tarde, adelantándonos al fin de la jornada de los empleados porque si coincidíamos con ellos en la salida podíamos quedar colapsados en el aparcamiento.
Hicimos una parada técnica para cubrir alguna necesidad antes de volver A Coruña. De regreso en el autobús todos veníamos muy contentos y satisfechos por las visitas realizadas y la buena organización y programación hecha por la Vocalía de Viajes
Culturales.
Sobre las ocho de la tarde nos fueron dejando en las paradas que nos habían recogido por la mañana, y de nuevo en nuestras casas.
A Coruña, 2 de marzo de 2018
Eloisa Cubeiro Veiga